sábado, enero 23, 2010

UN ASUNTO MUY DELICADO, PERO QUE NO SE PUEDE PASAR POR ALTO POR LA CONFESION QUE LLEVA IMPLICITA

Ayer murio de una larga y penosa enfermedad el Dr. D. José Manuel de la Cruz por lo que expreso mi mas sentido pesame a sus familiares y amigos verdaderos.

El Dr. D. Jose Manuel de la Cruz estuvo en la vida taurina de Zaragoza desde sus inicios formo parte de la Cabaña Brava en sus momentos de mayor compromiso sin achicarse lo mas minimo, el era socio y yo tambien, jamas tuvimos buen "feeling" pero tampoco enfrentamiento alguno, cuando la Cabaña Brava empezo a desviarse y a jugar a intereses ilicitos como sigue haciendo, que culminaron con las manipulaciones antiguas y actuales de un grupito de dirigentes de la misma encabezados por Fernando Polo, Emilio Perez y secundados por los inefables David Diez, Mariano Ballesteros y demas "eminencias grises" yo me di de baja de la Asociacion pues para mi habia perdido toda razon de ser al pasar de ser un organo reivindicativo de la ortodoxia de la taurimaquia a un refugio de indeseables interesados que vendieron su alma al diablo en busca de prebendas y algun eurillo si caia.

El Dr. D. Juan Manuel de la Cruz siguio en la Cabaña Brava quiza por lealtad y fidelidad y estar engañado, ahi le lance algunos ataques basados en los motivos por los que jamas tuvimos "feeling" pero si nos respetamos durante mucho tiempo.

De ahi la sinceridad de mi pesame y la indignacion al leer el panegirico que reproduzco que le dedica Mariano Ballesteros en su blog satelite de la Cabaña Brava "Don Pepe y Don Jose", el cual copio y pego resaltando las frases que me llevan a escribir este post en negrita para mayor comodidad de los lectores.

"ábado 23 de enero de 2010
HA MUERTO JOSÉ MANUEL DE LA CRUZ, AFICIONADO A LOS TOROS

Un gran aficionado a la fiesta de los toros y estudioso de todo lo relacionado con ella, José Manuel de la Cruz Velasco, falleció en el día de ayer. Sin duda, por toda la labor que realizaba relacionada con el mundo de los toros, es una gran pérdida para la afición de Zaragoza. Asiduo del tendido 2 de la plaza de “La Misericordia” zaragozana, desde donde tomaba notas en una pequeña libreta de todo lo que sucedía en la plaza, tanto en el ruedo como en sus aledaños, y que luego reflejaba en sus completos informes de la temporada zaragozana.

Pero su compromiso de aficionado con la Fiesta no se no se limitaba a su labor de prolijo notario de cuantos festejos que se celebraban en la plaza de “La Misericordia” a lo largo de todo el año. También era el organizador de la “Tertulia Martincho”, reunión de aficionados que, una vez al mes, se reunía en el “Ateneo de Zaragoza”; miembro y portavoz, durante el último año, de la “Plataforma de Aficionados de Zaragoza”; miembro de la “Unión de Abonados de Zaragoza” desde su fundación; colaborador habitual e imprescindible de las tertulias que, en los últimos años, tanto después del reconocimiento mañanero, como al finalizar los festejos, se realizaban en los alrededores de la plaza; representante de la afición en los reconocimientos del ganado antes de su enchiqueramiento y colaborador habitual del fanzine “El Aficionado”.

Conocí a José Manuel, el “doctor”, como familiarmente le llamábamos, en las tertulias que por entonces se realizaban todos los viernes en el “Museo Taurino” de Enrique Asín. De esto hará ya más de 15 años. Era una fuente inagotable de conocimientos en todo lo relacionado con la Fiesta de los Toros. A partir de ese momento era de obligado cumplimiento, antes y después de los festejos, hablar con él. Pero la gran aportación de este buen aficionado a la historia de nuestra plaza son los minuciosos informes que realizaba cada temporada y que abarcan desde el año 2000 hasta el 2008 -puesto que este año, aquejado de la enfermedad que ha terminado con él, no ha podido realizarlos- y que merecerían ser publicados por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza, institución propietaria de la plaza de “La Misericordia”, porque son la memoria de nuestra plaza durante este periodo de tiempo. Esto, sin duda, sería el mejor homenaje que se le de podría hacer. Para los que estén interesados en conocerlos, informar que pueden ser descargados, en formato PDF, desde la página web de “La Cabaña Brava”.

Desde este Blog, a modo de modesto homenaje y en su memoria, quiero traer el primer artículo suyo que fue publicado en el nº 4 del fanzine “El Aficionado”, en junio de 1997, y que da una idea de su manera de ver la Fiesta que tanto amó y a la que dedicó todo el tiempo que le dejaba libre su profesión.


Público, espectador, aficionado

José Manuel de la Cruz Velasco

"La presencia de las personas que concurren a una plaza de toros es tan fundamental que nada sería posible sin ellas. Por un lado crean un ambiente indispensable y apropiado para la celebración del festejo, y por otro, muy importante, lo sufragan adquiriendo y pagando las localidades.

La totalidad de personas que acuden a este lugar se pueden dividir en tres grupos, bien definidos desde el punto de vista de los conocimientos que poseen del festejo: público, espectador y aficionado.

Público.- Integrado por el conjunto de personas que asisten a un determinado lugar, en este caso a la fiesta de los toros. Se incluye a todo aquel que asiste a un espectáculo taurino, a una plaza de toros. Grupo variado, heterogéneo, dispar, que acude a la plaza de toros en una determinada fecha, día del patrón o de la patrona de su ciudad o pueblo. Representado por los habitantes de ese lugar y forasteros, gente llana toda ella, con escasos conocimientos, en general, de lo que van a presenciar. También se incluyen a esas personas “snobs” que por imperativo político, social, comercial u otros intereses se ven en la “obligación” de acudir a la plaza de toros.

El público, suele ser benevolente, bullicioso, sin criterio. Acude por inercia, por costumbre, junto con los “obligados por sus circunstancias”, no importándole lo que sale por chiqueros, le da igual, “apechuga” con todo, observa lo que ocurre en el ruedo con especial “dulzura”, siente predilección por aquellos toreros de “cuello muy largo”, de sonrisa permanente, gestudos, que ponen banderillas, se colocan de hinojos, que prodigan los adornos, es decir; de los que practican un toreo muy superficial que causa una histeria colectiva llevando a la petición de trofeos sin “oste ni moste”. Con gran frecuencia, el paso de estas personas por una plaza de toros es efímero, de año en año, cuando es la feria lugareña. La única huella que les deja aquello que han presenciado, si es que les deja alguna, son los “trofeos” cortados. Público que tendría que ser respetado y hacerse respetar, pero, por desgracia, es “víctima” de su propio “jolgorio”. Es el preferido de algunos “profesionales taurinos”.

Espectador.- Persona que asiste a un espectáculo, a una diversión o función celebrada en un lugar, en este caso a una plaza de toros, donde se congrega para presenciar la Fiesta, causándole deleite, asombro, etc.; es decir, un impacto a favor o en contra. En el caso de la fiesta de los toros es un grado más de público, generalmente asiste a los toros por el poder de la atracción que estos le han causado en funciones anteriores. Suele tener algún conocimiento, aunque no profundo de la Fiesta, distingue la forma de actuación de los toreros, es más exigente con el ganado, con los diestros y a la hora de sancionar la labor de estos. Los espectadores pueden acudir de vez en cuando, ser asiduos e incluso los hay que se abonan a una temporada o a una parte de ella, profundizando en las facetas que definen la Tauromaquia. Algunos espectadores pueden pasar a la condición de aficionados.

Aficionado.- Es el entusiasta de la fiesta de los toros, que conoce, comprende, valora y profundiza la técnica de la lidia, o que la practica, así como la riqueza cultural, histórica, científica, sociológica y demás facetas a que da lugar la fiesta de los toros. Es responsabilidad del aficionado consciente proteger la pureza, tradición, acerbo cultural e histórico de esta Fiesta tan singular, tan única. El aficionado, en la actualidad, intenta abrirse camino entre una maraña de apariencias e intereses contrapuestos, expone o intenta exponer sus ideas, sus experiencias que luego la “realidad”, el “mundillo”, se encarga tenaz e inexplicablemente de desbaratar, convirtiéndolo o intentando convertirlo en un ser ciego, mudo y sordo. De forma general sabe, en mayor o menor grado, los “secretos” que conoce el “profesional” del toreo. Error de estos “profesionales” es el despreciarlo, orillarlo, no dándose cuenta que el aficionado mantiene encendido el fuego de la Fiesta y que es el mejor propagandista de la misma, a través de sus comentarios allá donde se encuentre.

No todos los aficionados están cortados por el mismo patrón a la hora de enjuiciar un espectáculo taurino:


- Algunos son estudiosos, objetivos, ven la Fiesta con un interés casi científico, van a la plaza sin tomar partido, ni por el toro ni por el torero, reparten sus gustos entre los dos, les gusta el toreo, la conjunción, el acoplamiento que emana del encuentro entre el toro y el torero, se pueden llamar toreístas.

- Otros tienen sus pasiones a flor de piel, algo consustancial con la Fiesta, orientando su comportamiento de distinta manera:
Tomando partido por el toro, serían los toristas.
Tomando partido por el torero, todo lo que hace el torero está bien hecho, serían los toreristas.

- Otro grupo quiere una Fiesta perfecta, quieren un toro-toro, (huyo de un término tan subjetivo como es el trapío), armónico en su morfología, íntegro, con poder, sin debilidades ni otras “circunstancias”, con comportamiento de bravo, aspecto de la conducta expresada por una fiereza contrarrestada por la nobleza. Desean el cumplimiento del reglamento y un torero que vaya siempre de “frente”, sin una sola concesión al ventajismo, seria el aficionado exigente, lo cual no significa intransigente.

- Grupo mas radical es aquel que busca siempre el fraude, el que persigue y denuncia las “trampas”, el que aplica la máxima de “todo es estafa”, es el grupo de los acusadores permanentes. Si bien hay que estar alerta, sobre todo en los tiempos actuales, no es menos cierto que hay que manifestarse, actuar cuando se debe, no cuando se quiere por capricho; es de sentido común el manifestarse a tiempo y con argumentos.

Considero que el aficionado debe participar de las ideas de cada grupo y así manifestarse con pasión, rigor y criterio ante una Fiesta caracterizada de siempre por la autenticidad, el riesgo, el valor y la emoción."

Publicado por mariano en 14:53
Etiquetas: Aficionados
0 comentarios:
Publicar un comentario en la entrada"

Creo que en las frases señaladas queda claro que el Dr. D. Jose Manuel de la Cruz no pudo realizar ni siquiera su informe anual de la ultima temporada, lo que no fue obice de que dado su delicadisimo estado de salud que le impidio el trabajo que era la niña de sus ojos las estadisticas anuales, unos impresentables como Fernando Polo y Emilio Perez y los adlateres entre los que se encuentra Mariano Ballestors le engañaran y le convencieran que asumiera la responsabilidad de representar a la Plataforma de Aficionados asegurandose asi, al poner al frente de la misma a un enfermo desgraciadamente terminal, y asi mantener el control y manipulacion de la misma desde la sombra.

Mayor cruedad, falta de principios y eticos es impensable pues ni a un enfermo grave respetan si se trata de manipular en benificio de sus miserables intereses.

Esta es la conclusion a la que me lleva un error de sufieciencia de Mariano Ballesteros al publicar esta repugnante realidad, seguro de forma inconsciente, aunque muchaha bilidad no tiene ni con los instrumentos ni con la pluma.

Como yo interpreto lo escrito, cada lector puede llegar a sus propias conclusiones.

DESCANSE EN PAZ EL Dr.D. JOSE MANUEL DE LA CRUZ, PERO PARA ELLO ES NECESARIO QUE SE LO PERMITAN LOS INMORALES DE TURNO

9 comentarios:

La condesa de Estraza dijo...

Conocí al doctor de la Cruz, porque estuvo presente, durante mi abortada conferencia en el Salón de Trono del Palacio de Sástago de Zaragoza y tuve el honor de dedicarle un libró cuando me lo solicitó. Lamento la pérdida de un hombre que me pareció excelentemente bien educado y mi pésame para su familia y amigos.
Pero el artículo que usted reproduce que saca Mariano el del Pífano en su blog, aún habiendo leído sólamente la entradilla y si acaso estuviera equivocada retiro lo dicho, se le va al doctor vivito y coleando.
Habla del público imprescindible, obviamente, en la corrida de toros y da como explicación las pasajeras razones de que crea ambiente y además pasa por la taquilla, más obviamente todavía, financiando el espectáculo.
Pero eso, siéndolo, no es el papel del público de toros, que tiene atribuciones superiores. El plúblico, todo -todos los presentes en una corrida de toros- es protagonista de ella, al elevado nivel de que ejerce como testigo del sacrificio y legitima todo lo que ocurre en la arena con su voluntaria presencia.
Eso se entiende muy fácil en el acto de la toma de alternativa, que es obligado que sea presenciado por la plebe para testificar que, efectivamente, el novicio ha sido ascendido a la categoría de doctor por un viejo maestro, y todos hemos visto y certificamos que el nuevo matador está capacitado para enfrentarse al toro.

La condesa de Estradas

La condesa de Estraza dijo...

Caballero, me urge decir que he pasado por el blog de Mariano el del Pífano, y he visto la foto de un señor que nada tiene que ver con el que me refiero en mi comentario anterior.
No pasa nada, porque mantengo lo dicho letra por letra, lo único que cambia es que no recuerdo haberle firmado ningún libro al difunto, al que deseo que en Gloria esté y le reitero mis condolencias a familiares y amigos.

La condesa de Estraza

La condesa de Estraza dijo...

Dios, esta si que es gorda y me acabo de dar cuenta, cómo estaría una cuando escribió el primer comentario. Rectifico, en mi firma quise poner condesa de Estraza no condesa de Estradas... aparten de mí ese cáliz.
¡Coño con el jodío gazapo a estas alturas!, y miren que vengo cuidando el asunto desde el principio y entro a comentar en azul sin estar registrada desde el nuevo formateo, pues nada, ahí lo tienen.
Puede creerme el que me quiera creer que lo que digo es cierto, yo no soy nada de jueguecitos versolaris y menos en estos momentos.

La condesa de EstraZa

Uno del Toro dijo...

Plebe o plebeya lo será usted señora condesa de pacotilla, los demás somos ciudadanos

Maño que pasaba por aquí. dijo...

Larga enfermedad??? Yo creía que se lo diagnosticaron a finales de abril... por cierto cuatro meses después de su elección...
deja de decir tonterías que no das una.

La condesa de Estraza dijo...

Caballero: ayer le puse un comentario -fe de erratas- en el que corregía servidora otro gazapo que apareció en mi primer comentario.
Por si acaso no le llegó le pongo este aviso, entendiendo que si se ha perdido definitivamente en cuanto tenga tiempo me volveré a poner en contacto con usted para que desde aquí quede reparado el entuerto.

La condesa de Estraza

EL CABALLERO NEGRO dijo...

Todos los demas no, el Conde de Estradas es aristocrata, aunque sea una verguenza para la aristocracia y hasta para la Casa Real, que cuando iba a cenar a la casa Madre lo tenian que esconder o prohibir al Conde de Estradas.

EL CABALLERO NEGRO dijo...

Pues no se si Vd. lo dice pero a mi me han dicho otra cosa, pero el tema no es este, siento el fallecimiento y respeto al fallecido y a todos los fallecidos, el tema es el uso inmoral que se hizo de una persona gravemente enferma y Vd. maño parece no darse por enterado de que este es el sentido del escrito, en definitiva que los dirigentes de la Cabaña Brava y Fernando Polo son unos inmorales hasta con enfermos terminales, lo que demuestra su calaña.

¿Algo mas Maño?

La condesa de Estraza dijo...

Su respuesta es excepcional, no vea si es usted largo y si domina el google del gotha con maestría, Caballero, qué envidia.
Pero me gustaría decir que en todos los tratados clásicos de toros, y no esta papilla de cereales que tenemos hoy día por prensa escrita, los autores de entonces y hasta no hace tanto, nombraron siempre al público de toros como plebe.
A todo el público, lumpen, pueblo, funcionariado, burguesía,
condes-duques-y-marqueses,
e incluido el Rey si estuviera presente. Y es lógico, puesto que todo los que estamos allí sentados, allí precisamente y sólo allí, somos de rango inferior a los que están en el ruedo, que representan, o deberían representar, que esa es otra, al héroe.
Esta plebeya de la plebe nada ciudadana porque es pueblerina, se lo deja a usted aclarado y a todos los lectores suyos a los que les pueda interesar mi opinión.

La condesa de Estraza