lunes, enero 18, 2010

2a. DE TEMPORADA DE LA SANTAMARIA - BOGOTA

SANTA BARBARA TRAJO UN ENCIERRO DONDE EL TORO DE VERDAD BRILLO EN TODO ESPLENDOR Y DEJO AL DESCUBIERTO LA FALTA DE TECNICA DEL 90% DE LA TORERIA ANDANTE ACTUAL.

Que corrida de toros mando la ganadería de Santa Barbara, un verdadero lujo para los tiempos que corren el toro en estado puro bravo, noble, poderoso, encastado, bien armado, y además preciosos de lamina se pudo ver la furia de la naturaleza en todo su esplendor y el merito no es poco porque D. Carlos Barbero ha conseguido esta maravilla partiendo de unos mimbres podridos pues la procedencia es Domecq-Nuñez, lo que demuestra sin genero de dudas que el tipo de toro que impera en todas las plazas del mundo no es un producto degenerativo sino una degeracion premeditada creada por la selección de los ganaderos.

El primero fue un toro digno de figurar en la portada del Cossio una belleza que mas parecía obra de un escultor esculpiendo una utopía que un producto de la naturaleza por desgracia fue el único del encierro que salio manso, manso de libro, cosa no imputable al ganadero que creo casi la perfección estética de lo que debería ser un toro bravo, que luego salio manso si ha alguien no es imputable es la ganadero sino a la genética y psicología del animal.

Los otros cinco fueron bravos encastados, poderosos con lo cual para arrancarles las orejas que llevaban en la boca había de manejar una técnica que salvo tres o cuatro excepciones Fundi, Espla, Diego Urdiales y quizás Rafaelillo o Joselillo la poseen, el resto del escalafón con las figuras a la cabeza hubiera hecho un papel mas triste que los tres toreros colombianos a los que les cayó en suerte o en desgracia dadas sus capacidades este ejemplar encierro.

Que dos toros bajaron de peso es indudable pues bajaron cerca de 100 Kg. con respecto a sus hermanos, estos dos animales en Madrid hubieran sido protetestadisimos de salida pero al apreciar la perfección de construccion anatómica y el juego que daban quizá hasta alguno hubiera sido premiado con la vuelta al ruedo, sin mas lejos me viene a la cabeza Bastonito.

Carlos Barbero y su ganadería Santa Barbara ya demostraron que podían eclosionar de esta manera al ganar el concurso de la temporada pasada de Medellin, sembraron la ilusión entre el aficionado Bogotano y mas ilusión esta pendiente a la espera del proximo 7 de Febrero con la corrida de Mondoñedo, vaya duelo de titanes se plantea en el mismo ruedo y en la misma temporada, aunque arrastra y arrastrara siempre el no haber contratado a Luis Bolívar no puedo mas que dar las gracias a la Corporación de la Santa María y a su cabeza visible el Dr. Negret por haber traído esta corrida y dejarnos a la espera de la de Mondoñedo, nos ha obsequiado con poder ver y disfrutar del toro verdadero, sin manipulaciones ni química, ni de escofina y mucho menos de selección.

Este ensueño de toros que facilitaban triunfos de clamor quizá hasta la Santamaria hubiera caído víctima de las vibraciones del corazón del publico correspondió a Cristóbal Pardo, Ramses y Manuel Libardo.

En el primero Cristóbal Pardo poco pudo hacer y además hizo lo único que se podía sacar pases aislados en las tablas a un toro precioso e imponente pero que no había sido tocado con el Don de la casta y muchisimo menos de la bravura, Pardo cumplió con creces pero el lucimiento fue el que permitia el toro.

En su segundo uno de los toros mas bravos y encastados que he visto en los últimos 10 años, incluyendo España y la sacrosanta Francia, que galope tenia el bicho que poder y al mismo tiempo bondad tenia en sus embestidas, bondad que debido a la extraordinaria casta había que saber sacar a flote pues al mínimo error el torero se convertía en carne de cañón, Cristóbal demostró tener conocimientos tecnicos y saber hasta donde llegaban pues opto por no citar el toro de lejos que acudía a galope tendido y recordaba un tren de alta velocidad y torearlo a la media y corta distancia donde pesaba menos, pero sin embargo la casta le hacia protestar pues necesitaba mas terreno, Pardo en estos terrenos ligo a veces, salio con la muleta trompicada en otros pero teniendo en cuenta sus limitaciones estuvo bien quizá mejor que bien, pero necesitado como esta de trofeos y triunfos con la espada se lanzo a asegurar propinando un escandaloso bajonazo que fue un soberbio insulto al toro y al ganadero, todo y así consiguió su objetivo de cortar una oreja mientras el toro era homenajeado con una clamoroso vuelta al ruedo ganada a pulso de bravura y casta. ¿Se puede criticar a Cristóbal Pardo? en mi opinión no, por lo poco placeado y lo poco que torea estuvo por encima de sus posibilidades, o abrió el horizonte a mayores posibilidades, el bajonazo, bueno la necesidad a veces hace hacer cosas equivocadas e inconvenientes.

Ramses estuvo valiente queriendo pero no pudiendo en su primero otro toro de ensueño, no pudo en ningún momento con la casta pero con valor con el que sustituyo sus escasos conocimientos logro sacarle series mas o menos menos ligadas pues en todas perdía de tres a cuatro pasos entre pase y pase, otro que torea poquísimo circunstancia que hay que tener en cuenta cuando se enfrenta a ganado de estas características casi perdidas en la prehistoria del toreo, corto una oreja en su primero que fue también premiado con una mas que merecida y clamorosa vuelta al ruedo. En su segundo la cosa ya fue diferente pues le toco en suerte un toro bravo muy bravo, poderoso, pero con menos nobleza que sus hermanos, tampoco era un barrabas imposible, era un toro que exigía la mas depurada técnica para cortarle las orejas que también llevaba en la boca y claro Ramses no pudo ni por asomo con el, tampoco se pueden pedir frutos a un árbol en crecimiento, por lo menos estuvo valiente y digno pero nos privo de gozar del juego de un toro interesantisimo, el único de los cinco que salio suelto en la segunda vara por cierto.

Y llegamos a Manuel Libardo que mostró tener una falta de valor y corazón enormes, cuando quizá era el que mas experiencia poseía para enfrentarse a esta maravilla de toros, pues pasa largas temporadas en la finca del maestro Rincón en España, en su primero un toro como sus hermanos se me acaban los elogios sufrió un autentico ataque de pánico donde el huía del toro y el toro lo perseguía incansablemente, tal fue la perdida de papales que al entrar a matar se olvido de cruzar la muleta y de salir por lo que fue empitonado y derribado por la barriga afortunadamente la parálisis que le causo el miedo se cerro con una fuerte paliza y quizá alguna secuela por los golpes en la barriga, la suerte estuvo de su lado porque de lo contrario la cornada producto del miedo hubiera podido ser grave.

En el sexto quizá el toro menos bonito de la tarde por alto, paso tres cuartos de lo mismo un toro que además de las virtudes de sus hermanos era revoltoso ágil y rápido, Libardo dio dos tandas con la derecha de cierto interés, pero seguidamente volvió a perder los nervios y se repitió el triste espectáculo del torero huyendo y el toro persiguiéndolo, esta vez se tiro a matar con menos nervios y le propino una estocada pescuecera que acabo con el animal de forma fulminante.

Ningún torero se acordó del ganadero, pero el publico se quedo en la plaza se marcharon los toreros y obligo a base de aplausos y gritos a que el ganadero saludara desde los medios poco premio para tan gran corrida, bien hubiera merecido una vuelta al ruedo.

Para que la tarde fuera redonda había algo menos de 1/2 entrada lo que facilito que estuviéramos en la plaza todos los que somos y que el cemento libre evitara la presencia de los que no son, porque si hay un lleno probablemente hubiéramos sido testigo de 3 indultos, pero a pesar que fueron grandes toros el cuarto de época como he dicho como el publico era el entendido y tuvieron el premio justo y muy importante de la vuelta al ruedo.

Felicidades a D. Carlos Barbero por ser de los pocos que crea la maravilla del toro autentico.

1 comentario:

Abadía Vernaza dijo...

Acuerdo con vos en la mayoría de las apreciaciones. Bueno, mejor dicho, las que no es porque son apreciaciones que no hago. Yo siempre veo las cosas a la luz del enfrentamiento y para mí siempre hay un vencedor. Debe haberlo, es una lucha por el honor. Sin eso, nada tendría sentido para mí. Y cuando es el Toro quien se lleva los verdaderos honores, poco me queda de lo que la voluntad humana pueda intentar sin éxito en el ruedo.

Sí creo que fue un encierro de postín. Afortunados quienes estuvimos ahí porque belleza física hubo, encornadura hubo y casta y bravura hubo. Encierro que pone una vara muy alta al momento de calificar los encierros de la Temporada. En este orden de ideas, creo que sólo Mondoñedo tiene con qué pelear. Los demás, si no es a punta de taurinismo, se puede ir olvidando de los trofeos.

Así de radicales son las cosas. Y si no resultan así, temblará en Bogotá. Pero no nos hagamos ilusiones, al César lo que es del César.