Reproduzco el articulo publicado por el Heraldo de Aragon escrito por Angel Solis y que me ha mandado un aficionado de Zaragoza, dice mucho pero entre lineas se dice muchisimo mas, y por la pasiva quedan retratados muchos "aficionados" defensores, ellos sabran porque de la Corrida Concurso.
Articulo:
"Al volapié / por Ángel Solís
Provocación
La semana pasada asistí en la Diputación Provincial de Zaragoza a una conferencia, previamente anunciada en todos los medios, sobre la figura de Manolete y la mujer que llenó sus horas de vacío taurino: Lupe Sino. El acto, enmarcado dentro del I Congreso Taurino sobre toros y leyes, venía precedido por ese halo de misterio que la periodista Carmen Esteban, su autora, supo imprimir en su presentación en Madrid sabiéndose rodear de figuras mediáticas como son José Tomás y Joaquín Sabina. El hecho no hubiese tenido mayor trascendencia de no haber sido por la presencia en él de una media docena de jóvenes alborotadores de claro signo antitaurino. Claramente organizados y de uno en uno, fueron saliendo del salón lanzando proclamas, octavillas y haciendo sonar sus pitos, perdón, silbatos y bocinas futboleras. Después de desearnos la misma muerte que a los toros, recordarnos que somos hijos de padre desconocido, amenizaron la conferencia desde la calle logrando desquiciar a la conferenciante y asistentes. El hilo conductor se perdió y naufragamos en una sucesión de historias cortas sobre el “Monstruo” y su amante.
Sí me llamó la atención la nula respuesta de los aficionados porque, siendo éste un acto cultural, organizado por una institución falsamente denostada, -es la propietaria del coso de la Misericordia- y a la que cierto sector reaccionario de abonados le ha criticado su desinterés hacia el toreo, el salón estuviera prácticamente vacío. Sé que la soberbia del que se sienta en un tendido es más poderosa que los cientos de libros taurinos que reposan en ancianas estanterías. Que reunirse en una cena de entrega de premios, bajo la denominación de peña taurina, es elegante; que descalificar a todo aquel que ejerce libremente su afición y la manifiesta públicamente sin que prevalezcan los gustos de una minoría, es guay. Lo comprendo; pero por donde no paso, es por la desprotección que sufrimos los que acudimos a todo tipo de actos que rodean la Fiesta de Toros. Si media docena de “intolerantes” son capaces de boicotear una conferencia, otros tantos no exigen lo que pregonan en el tendido, si el toreo es tan mediocre y se ha convertido en un espectáculo social, si nada tiene importancia ya, es el tiempo de cerrar museos, precintar bibliotecas y convertir las plazas de toros en viviendas sociales. Si como espectador tampoco puedo escuchar una conferencia sin sentir la respiración fría de la intolerancia en mi nuca, dejaré de creer en la libertad que me imponen. Lamentable espectáculo. Bochornoso y desproporcionado. Pasamos de la crueldad a la clemencia, aunque yo prefiero ser amado a ser temido..."
No hace falta añadir màs.
viernes, mayo 16, 2008
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1 comentario:
Le doy las gracias a Ángel Solis por el artículo -muy bueno- al que me hubiera gustado saludar en Zaragoza.
Por otra parte, Ángel y yo debemos tener un sentido del cáculo realmente diferente, pues yo el salón del Trono de Sástago, chiquitito, eso sí, lo vi lleno y me refiero a gente sentada, más alguna de pies. Tampoco coincido con el compañero en el número de antitaurinos pues teniendo en cuenta que ocupaban completas las dos últimas filas, allí había doce o catorce tíos.
Carmen Esteban
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