UN BLOG DE IMPRESCINDIBLE LECTURA "lacharpadelazabache.com"

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Cuando digo que es imprescindible no es que comulgue con la totalidad de sus postulados, pero son valientes dicen su verdad y los que es mas importante son honestos, independientes y combativos.

Y si esto fuera poco cuentan con una escritura brillante que me produce sana envidia, quien quiera saber verdades e inclusio opiniones controversibles debe obligatoriamente pasar por este blog, en el mio se desmenuza con datos nombres apellidos y demas lo que en lacharpadesazabache exponen con brillante escritura en general.

Como muestra voy a copiar un post en el que estoy de acuerdo en muchas cosas y en otras no, cuando cuestionan la toreria de Espla, pero es su opinion respetable porque esta expresada desde la honradez, y asumo del mismo todo el inicio.

Copy/Paste:

"UNA MASCARADA
Cuando vi la salida a hombros de Luis Francisco Esplá jaleado, en medio de esa comparsa de costaleros, por toreros tan significativos como su hijo, o Fernando Robleño, a la par que aficionados tan eximios como ese tipo permanentemente ojeroso, con voz de cazallero que no sabe dormir la mona, maleducado y exhibicionista, convine conmigo mismo que esta plaza tiene el público que se merece. Y los toreros. Y los periodistas.
Tratar de buscarle una lógica a este embudo de sinrazones es, por ejemplo, como que los seguidores de esos programas televisivos embutidos de bazofia bajo el papel celofán de “programas del corazón”, pretendan ser respetados por su exquisito gusto.
Esta plaza no sabe tasar méritos. Está poblada de triperos que se sientan en la piedra de sus entrañas como quien acude a una parada de autobús esperando el ferrocarril. Público de aluvión, arbitrario y arribista. Desconocedor del devenir de esta liturgia, servida en envase de espectáculo para una más fácil digestión y para provecho de empresarios cicateros.
Madrid no sabe de Toros. Imposta espectáculos y se erige en guionista de lo que acontece. Si existe un evento supeditado al libre albur, ese es el de los Toros. Nada en él está garantizado, salvo que se desarrolle en la Plaza de Toros de Las Ventas. Esta plaza marca con su predisposición el acontecer de lo que, con posterioridad, sucede.
Esto ocurrió el día de Esplá. Hubo una tendencia ya evidenciada en la ovación que se le tributó al terminar el paseíllo. Ese día, la plaza quería sacar en hombros al pegapases de Alicante y lo consiguió. Como todo lo que se propone.
Salió un cuarto toro, zambombo y desmesurado, cuya nobleza resultó directamente proporcional a su volumen. Pastueño y repetidor no hizo ni un solo extraño como para que el de Alicante comenzara su faena pajareando. La bondad del toro resultó tan inmaculada que, a pesar de los destemplados remates de los pases que este tipo terminaba en muñecazos que ponían el cáncamo de la muleta en la oreja del animal, nunca desarrolló sentido y continuó rompiendo hacia delante.
Si esta faena la llega a perpetrar cualquier otro torero, no sólo se habría sometido a una sonora bronca, sino que tendría difícil hasta repetir actuación en Las Ventas. Nada digo, si quien llega a parir ese difuminato hubiera sido una figura del toreo. En ese caso, directamente le echan a los leones. Pero lo hizo Esplá y a esa recua de eminentes aficionados se les abrieron las carnes.
Si analizamos la faena del caradura de Alicante, convendremos en que sus pases fueron latigazos chisporroteantes, como chacina frita en aceite recalentado. Toda su labor se gestaba regida por una velocidad frenética, amasada en una palmaria ausencia de valor. El toro salía escupido de la muleta, nunca embadurnado del piélago carmesí que debería haber abarcado la totalidad de su noble bravura. Viajes cortos y eléctricos, precipitándose por el desfiladero de una cintura rocosa, incapacitada siquiera para un medio giro. Eso de acompañar la embestida, ni por casualidad. Adornos de bazar, pura bisutería ejecutada con la misma gracia con que operarios alemanes de una cadena de montaje colocarían las piezas de un lavavajillas. Escenografía empollada para luego ser vertida con la fórmula de estudiantes de reválida. De carrerilla. Una broza, vamos.

Pues toda esta batahola, provocó la sinestesia que derivó en una catarsis colectiva. Paco Ojeda, ese extraordinario torero cuyo salto a uno de los más eminentes capítulos de la Historia de la Tauromaquia se está dando de puntillas, señaló años atrás que Madrid se enfada por nada y se entusiasma, igualmente, por nada. Y exactamente eso fue lo que sucedió. Nada.
Las Ventas es especialista en crear atmósferas irreales, generadoras de una enorme capacidad de enajenación. Sucedió en la corrida goyesca del año 96 con un Joselito vulgar y adocenado. Una tarde en la que no ocurrió nada digno de mención, salvo que la plaza llegó a la cita con la urgencia de un orgasmo aplazado. Esto mismo sucedió el dia de Esplá. Se activó el mecanismo que da rienda suelta a la euforia y la gente se dejó contagiar de la patología de un éxito sin razón de ser.
Pero que este público ovino se dejara llevar de ese estado de euforia no es lo peor, aun siendo grave. Más preocupante es la falta de criterio, lógica, valor, y/o conocimientos de todos y cada uno de los medios de comunicación que se hicieron eco de la noticia. Todos. Absolutamente todos. Sin excepción. Incluso los que se celebran como solventes, libres e independientes, pecaron de infames. Todos reivindicaron su incapacidad para denunciar esta felonía y para nadar contracorriente, contribuyendo al encumbramiento del torero más “listo” de todos los tiempos. El torero más tunante que jamás ha existido. Un bribón que se debe estar partiendo de risa. Porque él sabe (al menos él, sí) que su actuación fue una mascarada.

Francisco Callejo"

Este post es una pequeña muestra de lo que se puede leer en La Charpa, ni una letra esta de sobra ni esta de mas, lo he descubierto hoy gracias al blog de RJC y me ha alegrado el dia, gracias Rosa.

Quien diga que no sabe, que no sabia o desconocia, no le vale la excusa pues ya son tres los blogs donde puedn encontrarse las verdades, Depezonarabo, La Charpa del Azabache y con menos calidad literaria pero quizas mas directo el presente Caballero Negro.

Mientras unos se dividen otros crecen sin crear mafias, lobbys ni nada parecido, cada uno por su camino.