jueves, julio 24, 2008

BOCAZAS



YA LO HAS LOGRADO

Copia del mail enviado al Ayuntamiento de Gelsa con copia a webmaster@toroszgz.org, ballesteros2005@wanadoo.es, david@toros.org

Copia contenido mail:

Adjunto les paso copia de articulo publicado en www.toroszgz.org en el cual las Sras. y Srtas de Gelsa no quedan muy bien paradas, este articulo ha producido otros en la red y se esta extendiendo.

Un respetuoso saludo, Carlos Carbonell



ARTICULO:





COMENTARIO DE F. POLO SOBRE NUESTRO RECORRRIDO GANADERO

El 23 de marzo, domingo de resurrección, comenzónuestro anhelado viaje ganadero. Siete intrépidos aficionados nosjuntamos a las 7:00 horas de la mañana en la calle San Ignacio deLoyola, para emprender juntos nuestra ruta prevista por buena parte dela reserva brava. Miguel –a pesar de tener recién estrenada a suchiqueta-, Emilio y Luisa, Félix, Jacobo, Eladio y quien esto relata.En dos vehículos, por eso de llevar todoterreno para movernos por lasfincas, partimos rumbo a Sevilla.

Primera parada, en Alcolea, para echar elalmuerzo de rigor. Allí coincidimos con varios aficionados conocidosque iban a ver la corrida del domingo de resurrección en Madrid. Alpasar por Barajas, Emilio me cuenta la admiración de Jacobo por losaviones. Desde entonces y durante todo el viaje, el coche de Félix pasóa denominarse “el de los aviadores”. Más adelante, una cañita en laobligada parada en Casa Pepe de Despeñaperros. Allí me aprovisioné dematerial facha, para eso de hacer algún regalito gracioso. Lleno lotenía el tío, oigan. ¡qué filas!. Si estamos más de lo que parece…

Llamada de un amigo, que no sabía “que se bajabais este domingo” y para desearnos “que sus lo paséis mu bien”.Ya cerca de Córdoba, comimos junto a la carretera. Yo, un secretoibérico para ir entrando en materia. No estamos para perder el tiempo.

A media tarde, llegamos a Sevilla. Una vezdepositados los estarimbeles en el hotel, duchados, perfumados y algunobien cagado, Jacobo nos repartió los pitones que él mismo se encargó deafeitar el día anterior, para llevarlos a la salida del tradicionalfestejo en la Maestranza. Ya casi llegando, en una callejuela paralelaa la calle Adriano, detrás de la Plaza de Toros, primera aparicióninsospechada: delante de nosotros, Juan Pedro Domecq con Manolo Cortés.¡Vaya visión nada más aterrizar!. Emilio, agachándose delante de JuanPedro con el pitón en la mano sorprendió al ganadero que, al ver elpitón, se echó mano al bolsillo, por si era suyo.

Tocaba echar unas cervecitas en los aledaños dela Maestranza, antes de ir al Góngora a degustar buen jamón, cazón enadobo, puntillitas, pescaditos y sus famosas tortillas de camarón.Después, una estación en Casa Romero para catar su pringá. Y de postre,un pastel regado con café y copa, en el Alabardero. Un rocecillomatrimonial mermó la concurrencia, que nos despedimos hasta el díasiguiente con un último gintonic en La Alfalfa, cerca del hotel.

El lunes fuimos por la mañana a Bucaré. Nosrecibió Javier Buendía, que había quedado con su abogado en Sevilla aúltima hora de la mañana para intentar solucionar su problema. Ojalásalga todo bien, porque se lo merece y porque los aficionados nos lomerecemos también. Nos enseñó con detalle la camada de novillos de esteaño: 42 novillos, entre los que destacaban, obviamente, la novillada deCeret y las dos que lidiará en Las Ventas el 26 de abril (lástima decoincidencia con nuestra concurso) y una nocturna a mitad de junio. Lapena es que este año está más justa de cara la camada, y tampoco salenmás novilladas de primera. Eso fue lo que nos dijo el año pasado enArnedo, y el motivo fundamental de nuestra apuesta por La Rehuelga.Todo queda en casa, y Rafael nos aseguró que tenía una gran novilladapara Zaragoza. Y como Zorita madrugó, Dios le ayudó y llegó antes queFlorito.

A la una se marchó Javier, con quien no pudimoscomer por su lío, y se nos ocurrió llamar a Zorita para que nosfacilitase el acceso a la dehesa Frías, donde pastan los toros de doñaDolores Aguirre, para ver la corrida del Pilar. Dicho y hecho, Ignaciohizo la gestión y nos comprometimos con Fernando, el mayoral, paradespués de comer. Paseo hacia Constantina, pasando por Camas y LaAlgaba, el comienzo y el fin del mito, por Cantillana, el pueblo de “Monili”,pasando cerca de Yerbabuena, paramos a comer en El Pedroso. Emilio y yole arreamos buen repaso a los riñoncitos, para disgusto de Félix.Emilio apostó por la presa ibérica y yo por el guiso de venado. ¡Parachuparse los dedos!.

Camino de Lora del Río, tomando el desvío a ladehesa Frías, llegamos a la finca de doña Lola. Un telefonazo yapareció el mayoral. Nos enseñó los distintos cercados en los quetenían los toros del 4 de mayo en Alés, ocho para Madrid en San Isidro,nueve para Pamplona y siete para Zaragoza, de los que sólo pueden valerdos: uno colorao y el 32 negro. Claro que, con los tres más dos quequeden de San Isidro y Pamplona, puede salir una buena corrida paraZaragoza sin problemas. Conforme pasábamos de cercado a cercado,cientos de conejos saltaban por todos los lados. ¡Locos se volvíanEmilio y Miguel!. Después de la visita, estuvimos un rato deconversación con el mayoral. “¿Se gusta pa los maños?”. “Se gustará, se gustará, digo yo”.Emilio pactó el regreso para cazar conejos. Yo creo que eso no tienegracia. Es como cuando a Franco le pasaban los ciervos a diez metros ole enganchaban el salmón al anzuelo. ¡Mira tú que divertido!.

Volvimos tranquilamente para Sevilla, a repetir las delicias del Góngora. Ahí nos contóMiguel, con todo lujo de detalles, sus innumerables conquistasamoroso-sexuales, que incluyen a “la Jabalí” y a “la Cebolleta”, y sushabilidades con la estronzadora y el taladro del 25. Nos contó eltruco: tú te esperas a las 7:00 horas de la mañana, y a partir deentonces, le arreas a todo lo que se menea y a triunfar. Así ha caídomás de medio Gelsa. Acojonante.

Y antes de volver al hotel, cayeron un par de copitas en la taberna “Quitapesares”, con el famoso Pepe “Peregil”,que nos dio una velada de cante y risas inolvidable. Nada más entrar,ya preguntó a Miguel por la chiqueta. Nos envió un recado paraBecerril, para su posible actuación en la Expo, arremetió contraChaves, hablamos de Queipo de Llano, enterrado en “su” Macarena, soñó con “otro pequeño militar en Ceuta que solucione esto”. Hablamos de Curro, de quien “siempre se hablaba al día siguiente, fueraa bien, o fuera mal”. Yel momento cumbre: entra un japonés medio bolinga, con el ABC en lamano, donde se publicaba ese día una entrevista suya en la que nombrabaal “Peregil”. Y éste le echa el siguiente saludo: “Tu padre kamikaze, tu abuelo samurai y tú, borracho”. Y el japonés le responde: “¿Sabes cómo se dice cabrón en Japonés?: “Perejil”. Más cante, más copas y más risas. Inenarrable. Para vivirlo.

El día 25 nos fuimos a “La Rehuelga”, dondehabíamos quedado con Rafael para ver la novillada que salió de unacomida en el “Virrey” a principios de octubre, en la última novilladade la feria del zapato de oro de Arnedo, precisamente de Bucaré. Pedazode novillada. En principio, reseñados el 18 (que estuvo a punto dedejarlo de semental y echarlo a las vacas), el 29 (un tío de ovación desalida), el 16, el 12, el 22 y el 23. A Jacobo le gustaba mucho el 26,que tampoco está descartado para la novillada. Después dimos un paseopor “Mauthausen” y después de ver la casa, fuimos acomer a un restaurante donde trabaja un negrito que se llama Zacarías,y que está casado con la hermana de “la Inma”, la de Gran Hermano quese casó a su vez con Pedro, el rústico maño del PAR y de los animalesde granja. Lo más curioso es que los dueños del restaurante tienen unaganadería y estaba de mayoral el tal Zacarías. ¡Verlo para creerlo!.Las risas de la comida fueron también antológicas. Este Rafael es unchufla y un guasón de cuidado. Su ironía y maldad, con la mía, hicieronbuen dúo. Allí pelamos hasta al apuntador, eso sí, con mucha gracia, ycon un arroz con faisán de morirse. Cuando se enteró Rafael de lajugada que le habíamos hecho para pagar nosotros la comida, casi nos lalía.

Después de comer, partimos rumbo a la finca deFuente Ymbro. Nada más llegar, paramos los vehículos junto a la casadel mayoral y tras diez minutos de espera vimos aparecer un porchetodoterreno arreando para arriba y para abajo. “¡Ya está ahí Gallardo!”. Nuestro gozo en un pozo. Al pasar a nuestro lado adivinamos en el asiento del copiloto a un tal Julián López. “Buenoooo…”.Bajó Gallardo del coche, nos saludó a distancia mientras entraba en lacasa del mayoral y nos dijo que Alfonso nos enseñaría el toro de laconcurso.

Cinco minutos después, apareció Alfonso y nosllevó a ver el 105, “Malicioso”, que es el inicialmente previsto. Es untoro grande, basto de hechuras, pero no tanto como el del año pasado.Si lo que lleva dentro es parecido… Luego, al otro lado, nos llevó aver otros toros en otro cercado, entre los que estaba el 113, “Lanudo”,que es el que tienen de reserva para la concurso, con más cara, peromás feote. Ahí estaba también el famoso 83, que como bien nos apuntó elmayoral, no ha desarrollado y no sirve para Zaragoza, ya queescasamente pesaría 420 kilos. También vimos un par de toros posiblespara El Pilar, uno de ellos muy guapo, burraco, el 104. También vimosuno bonito, el 66, previsto inicialmente para Pamplona y el 100 paraMadrid, famoso por unas fotos en la revista “Aplausos”.De vuelta, de nuevo para arriba y para abajo echando humo el porche deGallardo, nos cruzamos con él y le preguntó al mayoral, muy nervioso,dónde estaba el 176. Preguntó si nos gustaba el toro elegido y selamentó por el 83. “Claro, como sólo os gustan los elefantes con muchos cuernos…”. El Juli se incorporó en su asiento para mirarnos las caras. Simpático y muy agradable este Gallardo, oiga.

La decepción de la jornada fue para Eladio yMiguel, ya que por motivos horarios no pudimos acercarnos a laganadería de Juan Luis Fraile. Y ellos que ya lo habían contado…Denuevo en Sevilla y de nuevo al Góngora, pero al de detrás de la PlazaNueva. Más jamoncito bueno, cazón, pescaítos, …

l día 26 iniciamos un duro día. Viaje de Sevillaa Huelva para llegar a primera hora a Concha y Sierra. Allí vimos, nadamás entrar, a “Rastrillo”, el famoso 58 sardo.Precioso, con los pitones machacados. ¡Qué pena!. Era de gran ovaciónde salida. Esperamos a José Luis un ratillo. Llegó el hombre, y nos lovolvió a enseñar de cerca. ¡Más pena todavía!. Vimos después a “Soplista”,el 17, cárdeno oscuro bragado, acapachado de cuerna, que es el que sino hay más desgracias, vendrá a la concurso. No es lo mismo, ni delejos, pero tampoco vimos nada más que valiese. Ahí tenían una corridapara lidiar el 5 ó 6 de abril, que estuvo en la Feria del Toro. Nosestuvo contando José Luis todos los preparativos para llevar esos torosa la Feria del Toro, y cómo los tuvieron previamente estabulados en elruedo de la plaza de tientas, y llegaron incluso a darles de comer enla mano. Lo pudimos ver en el digital plus, al comienzo de la Feria deAbril.

A media mañana fuimos a Trigueros, a la finca deCuadri. Fernando, en su habitual despiste, no había avisado a JoséEscobar, el mayoral, pero no hubo ningún problema para subirnos a unpequeño remolque e ir a ver el ganado. Primero vimos, por supuesto, e “Mediador”,el 33, que es el de la concurso. Buen toro, hondo, serio, cuajado,musculado y brillante, muy en tipo de la casa. Vimos después la corridade Huesca, la de Valverde y la de Sevilla, muy bonita. Nos apuntó el11, pero falló no sólo ese, sino toda la corrida. ¡Qué pena!.

Fuimos a comer a San Juan del Puerto. Másguarradas: tripas tipo madejas, pero más chiquititas, como lasgordillas de Arnedo, en tomate. ¡Bien!. Luego, nada más comer, a LaRuiza, a casa de Tomás Prieto de La Cal y mamá, doña Mercedes Picón,marquesa viuda de Seoane. Mamá estaba un poco pachuchilla. Pero ahíapareció, con su traje torero, a ver con nosotros el ganado. Loprimero, los toros. Allí vimos nuestro 64, “Farolero”,y el 59, sustituto caso de ser necesario. Vimos el famoso melocotón, el8, al que afeaba su cornamenta algo bizca. El nuestro me gusta muchomás que en las fotos. El toro es serio, sin exageraciones, muy en tipo,muy musculado, con mucha plaza por su capa y aspecto, y con un trotechulesco, gallardo. Vimos otros buenos toros, los más grandes ycornalones para Ceret: el 44, más grande y más basto, hijo de la 333,el 2, el 67, el 23, el 25 algo bizco. Bonito también el 9, que irá a lacorrida-concurso de Vic.

Después pasamos a ver la novillada de Zaragoza.Bien hecha, en tipo, comodita, y con muy variadas capas: dos colorados(43 y 51), uno berrendo (el 42, que es el que a mí más me gusta), tresjaboneros (37, 17 y 26) y dos negros (2 y 18). De estos otros, quitandoseguramente el 2 y uno de los jaboneros (17 ó 26) saldrá la novillada.Hay tres novillos del semental berrendo que ya murió: los números 43,26 y 18. El 51 es hijo de “Constantino”, un toro indultado que tambiénmurió ya. Los novillos 2 y 51 también son del mismo semental. Luegopasamos a ver los distintos lotes de vacas, con un semental berrendo enjabonero, el 42, la vaca 521, madre de un berrendo en colorao (una capacasi inédita), y vimos un becerrito jabonero cariblanco, hijo de unavaca jabonera clara. Allí estaba otro semental, el 12, jabonero, con unlote de 30 vacas. Luego vino un asombroso recorrido a la casa-palaciode la familia. Im-precionante. Miles de recuerdos,trofeos, fotografías, presidían las espectaculares estancias, junto aenormes alfombras, sillones, chimeneas, cabezas de toros,… Y después deun vistazo general, destacando las innumerables fotos, alegorías ydiscursos enmarcados del generalísimo, echamos un agradable café conpastas en la vajilla del Neandertal, retrocediendo muchos, muchos años,mientras el servicio, adecuadamente uniformado, con guantes yreverencias, estuvo en todo momento pendiente de nosotros. Muchoscotilleos, anécdotas caballerescas de la más alta nobleza, críticas ausurpadores y recién llegados, incluyendo la lectura del sarcásticopoema al respecto que Agustín de Foxá le regaló a la marquesa alrespecto. Y cuando la tarde empezaba a caer sobre la dehesa, vuelta alcoche, para pegarnos otra buena panzada de kilómetros hasta Mérida,pasando por Sevilla.

Por el camino, cachondeo entre los dos coches.Llamé a los aviadores y les dije que Adolfo acababa de llamar a Emiliopara cambiar su día y que había que cambiar el día de los Palha dePortugal, que llame él a Antonio y cambie el día, que yo iba a llamar aZorita para cambiarlo con Folque. Después de unos minutos, nuevallamada, para decirles que ya está solucionado con Folque. Ellos medijeron que también lo habían solucionado con Antonio. Y entonces yoles dije que ahora había que cambiar la hora, y que a lo de Antonioiríamos por la tarde, que le cambiábamos la comida por una merienda. Alfinal, después de mucho tocar las pelotas, resulta que a Antonio lehabía mordido un perro y no sé qué inventos más. Risas y más risas.

Llegamos a Mérida y después de la duchita que nosdejó nuevos, al garito de enfrente a echar unos bocadillitos y un parde copas con guiñote incluido. Otra vez las mil.

El día 27 tocó el día del tío Adolfo. Primerofuimos a “Los Alijares”, donde ya estaba el hombre esperándonos en lapuerta. Emilio se subió con el tío en su furgoneta y le enseñó un torode los que tiene fijos, de no ocurrir desgracias, para Zaragoza: un tal“Mulillero”, número 50, hijo del mismo padre y madre (la 44“Mulillera”) que el famoso de Madrid. Después de llegar al comedor, nosenseñó la reforma que está haciendo de la antigua casa, para olvidarsede una vez de hoteles y poder pasar más tiempo en la finca con lafamilia. Va a quedar cojonuda.

Enseguida nos montamos en los vehículos y nosfuimos a ver la camada. Nos comentó Adolfo que este año tenía previstasnovilladas para Arganda, Galapagar y Villaseca de la Sagra. Vimos unbuen toro 16 que se había quedado cojo. Una pena. Enseguida vimos otroposible para Zaragoza: “Murciano”. Su reata, inmejorable, ya que eshijo del 33 de Madrid y hermano del toro de Robleño en Guadalajara quevimos el año pasado. Le falta remate (kilos) que si todo va normalestará perfecto para octubre. Y ahí estaba también la 44, “Mulillera”,casi un mito ya de la ganadería. Y una buena vaca hija de ésta 44,marcada con el 60, y madre del que mató “El Juli” en Zaragoza, el 11 deoctubre de 2003. Enseguida vimos el 48, cárdeno claro, con menos kilospero más cara, cinqueño, cuya lidia está prevista en La Muela. Ypasamos a ver los dos toros seleccionados para la concurso. Primerovimos el 97, cinqueño, rematado de kilos (unos 570 kilos, según nosdijo a ojo Adolfo), pero más pobre de cara. Toro de muy buena reata,que estuvo aprobado en Madrid en la feria de Otoño. Hijo del“Baratero”, su nombre es “Pastelero”. Enseguida vimos el otro, el 38,de nombre nada más y nada menos que “Malagueño”, de esa reata, tambiéncinqueño, con cara, serio, pero más terciado (unos 480-490 kilos podríadar). Iniciamos un debate. Adolfo no se decantaba por ninguno de losdos, ya que nos aseguraba que tan bueno puede ser uno como el otro, yaque los dos son de muy buenas reatas, de lo mejor de la casa. Partiendode esa premisa y de que él nos pidió que eligiésemos nosotros lo quemás nos gustaba para Zaragoza, nos decantamos por unanimidad absolutapor el segundo, priorizando el tipo y la cara sobre los kilos. Además,los de menos kilos son los que finalmente suelen ser mejores en esteencaste. Así que, una vez elegido y convencidos, continuamos elrecorrido.

En ese mismo cercado, vimos un precioso“Baratero”, previsto para lidiar en Madrid. Muchos toros buenos ypreciosos. Por allí un 34 espectacular. Adolfo nos dijo textualmente: “Yotengo el compromiso de Zaragoza con vosotros y os digo que no ospreocupéis, que a Zaragoza va a ir una corrida pareja a las de Madrid”.Enseguida nos enseñó un 83, negro, con cara, que también podría entraren la corrida de El Pilar (me refiero a la feria del Pilar, no a lacorrida de Moisés Fraile, por supuesto). Por todos los lados veíamostoros buenos: el 74, un 37 cárdeno con fundas muy serio, un 42,“Murciano” que era todo un tío y que irá posiblemente o a la Feria deOtoño a Madrid o a Zaragoza. Nos comentó que le resulta más fácilhablar con Florito de dos corridas para Madrid que de una, ya que parauna debe guardar 10 toros, y para dos basta con 15 ó 16 toros, y así lequedan libres más toros. Otros dos toros buenos: el 2 y el 17.Estuvimos hablando de las fundas, y nos contó Adolfo que hacía poco queun “Madroño”, hermano del que Zotoluco lidió en Madrid, se les murió aldormirlo para ponerle las fundas. Ahí apareció otro pedazo de toro: el4. Nos dijo Adolfo: “Cuando a mí me han dejado hacer la corrida, siempre ha salido buena, porque te responsabiliza mucho más”.Vimos después un 22, llamado “Curioso”, más justito, que según nos dijoAdolfo era un toro muy bueno que apuntaba mucho, pero que se habíaquedado parado en su desarrollo. De nuevo vimos al “Murciano” y a“Mulillero”, y un 40, enfundado, que también encajaría perfectamentepara Zaragoza. Un 47 era muy bonito aun sin ser muy aparatoso. Tambiénle gustaba a Adolfo y nos dijo que podría ir a Madrid. Vimos un 112bueno, y un 66 más recogido, que le gustaría dejarlo para Sevilla sifuese el 2009. Otro precioso apuntado para Zaragoza: el 7.

Después nos enseñó todos los toros reseñadospara La Muela. Bonitos y espectaculares para allí. Se lidiará el 7 dejunio por Pepín Liria, Jesús Millán y Antonio Ferrera. Adolfo tieneespecial confianza en uno zurdo, hijo del “Baratero”. También en otrocárdeno claro, más engatillado de cuerna, que es el único cuatreño ytiene menos cara. Otros para allí son el 106, el 59 y el 75, ésteúltimo negro, todo un tío y con kilos, muy rematado. Allí paró el motordel coche y se explayó el hombre. Nos contó las gestiones que hizo paraformar el cartel, con todo lujo de detalles y cifras, y lo que ocurrióen cada caso. Hablamos de José Tomás, y su posible entrada en Madrid,cómo y con qué, que coincide totalmente con lo que finalmente haocurrido. Hablamos de cómo se gestó su corrida de Madrid con Talavante,de que no quería enseñarle la corrida a Corbacho (no le agrada, por suexperiencia personal, los experimentos de las figuras con su hierro), yque al final medió Florito y la vio, del empeño personal –desde hace yavarios años- del propio Talavante por matar una de Adolfo en Madrid, yde cómo estando Adolfo en Valladolid recibió la llamada de Corbachopara darle “una mala noticia: matamos la corrida”.

Hablamos mucho de Tomás, un torero que a pesarde los recelos por lo que pasó en Madrid con él en medio, y de suprepotencia, admira y está convencido de que es una leyenda, que sepone donde no se pone nadie, y que si finalmente va a Madrid y leembiste un toro comercial, revienta Las Ventas. “Un tío quese pone ahí y te emociona. Es punto y aparte de todo lo que yo hevisto. Le faltan recursos pero tiene un valor innato, de locura. EnMadrid, si le sale un toro, no se asusta, éste la lía gorda”.

Hablamos también de lo de Javier Buendía, de lapena que era todo eso, y de los que están detrás de la historia. Ydespués nos enseñó la camada de utreros, que apunta tan alto o más quela de este año. Novillos preciosos, vacas espectaculares. ¡Joder!. Ycomo ya era tarde, tras muchos más cotilleos, dimes y diretes, y unapequeña disertación en el comedor, nos fuimos a comer. Pasamosprimero por el hotel de Miajadas para dejar los equipajes y nosencontramos con que no tenían plazas. Nosotros presentamos nuestraconfirmación de reserva y la recepcionista se puso blanca. Al final,todo era una confusión del nombre de la reserva, pero casi nos tocadormir en el sofá del hall de entrada y por turnos. De allí, nosacercamos al restaurante, donde comimos con Adolfo y Adolfito, siendolos cafés el momento en que vimos todas las fotos de los díasanteriores en el portátil de Eladio e intercambiando opinionesvariopintas entre todos los presentes. Después, en una mesita deafuera, siguió la tertulia mucho rato, y hablamos de casi todo.Cotilleos de todo tipo, que eso le gusta mucho al hombre (y a mí). Lepedimos consejo para, ya que habíamos adelantado un día de lasganaderías previstas, nos aconsejase alguna otra ganadería para ver porla zona. Nos aconsejó la de José Luis Marca, pero la idea no tuvoaceptación. Ya de broma, entre risas, y mandándole callar en algunaocasión, como “empresa” le dije que el toro de la concurso se leabonaría conjuntamente con la corrida de la feria en octubre, eso sí,probablemente antes que el de la concurso de Ariza del año pasado. Elineludible compromiso que Adolfo había adquirido con una peña dePalencia, le obligaron a levantar la mesa a media tarde, muy a supesar, y al nuestro, por supuesto. Nos dijo Adolfo: “Conlo bien que me lo estoy pasando, ya me fastidia tenerme que ir. Miraque podíamos haber estado toda la tarde juntos hablando, y cenarjuntos, y todo, y me tengo que ir”. Cuando el hombre se enteró de que nos habíamos adelantado en el pago, espetó: “¿Pero estáis gilipollas, o qué?”.

Aprovechamos para acercarnos hasta Escurial paracomprar unas paletas, jamones, chorizos y demás viandas de bellota.Ante la falta de ideas para ver alguna otra ganadería cercana denuestro gusto, decidimos adelantar al sábado el regreso y así poderdescansar el domingo y darle una alegría a mi santa. Y después de unascañitas en el hotel, una cena pantagruélica con exquisiteces de latierra, con un jamón de lujo, y una torta del Casar preparada por elchef para chuparse los dedos. El solomillo de venado en salsita,superior. Y luego, copas y a darle al guiñote.

El 28 nos tocó de nuevo panzada de coche, desdeMiajadas hasta Lisboa. Para desgracia nuestra, un incendio de un camiónnos tuvo más de media hora totalmente parados en la autovía. Cuandollegamos a Palha-Folque, sólo estaba el hijo del mayoral, ya que supadre y Joao estaban ya en Sevilla desembarcando la corrida del díasiguiente. No nos entendíamos (yo creía que el portugués eraentendible, pero ni ostias), y encima el tipo decía no saber nada y queno nos enseñaba el toro. Llamé a Zorita para solucionarlo pero Tiníndebía estar durmiendo la moña y tenía el móvil apagado. El chaval llamóa su padre y tras nueva llamada para obtener el permiso directamente deJoao Folque, nos subió al coche y nos enseñó el 240, que nos dijo queera de procedencia Ibán, cortito, bajo, musculado y con poca cara. A míno me hizo especial ilusión el toro, la verdad. Luego nos llevó a otrazona donde había dos toros. Uno de ellos me gustó bastante, pero el quenos quería enseñar era precisamente el otro, el 115, que quedaba comoreserva por si se lastimase el 240. Más abierto de cuerna, tampoco nadadel otro mundo. Le pregunté por el otro, pero se hacía el tontodiciéndome que ese no era, que era el 115. Volví a preguntar y saliópor peteneras. Y al preguntarle el número, me dijo el primero que se leocurrió. Al ver después que era el 209 y decirle que no era el númeroque me había dicho, e insistir con el toro, acabó confesando que eseera para San Isidro. ¡Ya me había gustado a mí, no te jode!. Y sin másexplicaciones ni enseñarnos nada más, nos largó. Tomo nota.

Antes de comer pasamos ala finca de Pereira Palha. Allí estaba ya esperándonos Antonio, el hijode don Fernando. Nos llevó primero a la otra finca, un poco másadelante, donde tiene ahora la vacas. Se trata de una finca de pinos,de unas 200 Ha, propiedad del Gobierno Portugués. Le pregunté por elcamino por los toros de cortes para El Pilar, y me dijo que sólo teníacinco toros y los tenía ya todos vendidos, que este año no podríallevar los toros para cortes como estos últimos años. Al entrar dondelas vacas, todas estaban escondidas. Nos dijo que al tocar el pito, lasvacas saldrían pensando que les llevaba comida. Y les pasó eso, como alos perros de Pavlov, que salieron las pobres babeando. Al preguntarlepor la alimentación, nos dijo que estaban a base de heno y pienso. Entotal, 85 vacas variopintas.

Ya de vuelta para ver los toros y novillos, noscontó las aventuras y particiones familiares, que partían de una enormefinca de 5.000 Ha de Palha Blanco, que tenía 550 vacas de vientre. Abase de escisiones por herencias, Fernando Pereira Palha tieneactualmente 250 Ha. Este año han herrado 45 becerros. De lo queactualmente tiene el hierro originario de la P con la crucecita encima,hay tres partes: Folque para los toros bravos, Antonio para toros decarne y Fernando para los caballos.

Vimos los 5 toros que tiene este año, de los quedos irán a la Vall d´Uixó, uno melocotón para Massamagrell, y los dostoros restantes se quedarán en Portugal, uno para un concurso y otropara una exhibición.

Por último, vimos los 24 novillos de colorines,de los cuales podría salir la primera corrida completa que lidie estaganadería en España el año próximo, quizá en Cenicientos. Y después delpaseo por Auschwitz, fuimos a comer un arroz caldoso con marisco comopara una boda. Por la tarde, nos fuimos ya para Lisboa y tras tomarposesión del hotel y la duchita de rigor, nos fuimos de paseo porLisboa La Nuit, a cenar pescado (doradas, sardinas, etc a la brasa)curiosamente todos menos Félix, que volvió a “acertar” pidiendo eljamón más malo que he probado en mi vida. Fuimos después de cenar a lacalle más popular de copeo de Lisboa. Nos asaltaron con el hachís, lamaría, pastillas de colores y coca, surtido para todos los gustos, yalgunos optamos visto el ambiente y el cansancio acumulado, por cogerel metro y volver al hotel para probar allí el gintonic portugués(demasiado descafeinado) en los sillones del bar del hotel. Y a la camareventados.

La vuelta se hizo llevadera, para estar hablandode 1.000 kilómetros de nada. Volvimos a entrar en Miajadas para comprarcachuela, lomo de bellota, chorizos de esos negros, y tortas del Casar.Y casi en Talavera, comimos en un autoservicio a pie de carretera, queno estuvo mal. De nuevo parada en Guadalajara, para que Eladiorecuperase su coche y se fuese ya rumbo a Valencia, y una última paradapara echar una coca-cola y un pis, y casi sin enterarnos, de nuevo encasa.

Todo tiene su final, pero queda el recuerdo deun viaje divertido, muchos toros, muchas risas, muchos tragos, buenascomidas, y sobre todo, amistad y buen ambiente. Hemos disfrutado unosamigos de lo que más nos gusta. Hemos vivido ratos inolvidables, muchosde ellos inenarrables en este tocho. Nos quedan en la cabeza y en elcorazón. Ojalá podamos repetirlo muchas veces.


Esto otro Aparece en Kalikatres-claridad-kalikatres.blogspot.com:
Eso es lo que dice Polo de las Sras de Gelsa, lo pongo para que quede bien claro, a ver quien lo niega, yo repito no lo creo.

Como archivo adjunto paso fotos que acompañan este comentario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Doña Mercedes Picón no es marquesa (viuda) de Seoanes como vienen manteniendo ustedes los taurinos.
Quiero aclararlo con el ruego de que se rectifique el error.
Atentamente,
ÁLVARO JOSÉ