23ª y ultima de la feria de San Isidro, 31 de mayo de 2008
Se lidiaron 6 toros de Victorino Martín pequeños para las exigencias de la plaza pesaron 514, 504, 539, 520, 551 y 526 por orden de salida, pero con el trapio de la casa y ofensivas cabezas, los toros pesaban en la plaza, el juego ya fue otra cosa, el primero perdió varias veces las manos y fue una babosa, el segundo mansurrón y justo de fuerzas que también resulto una babosa, el tercero mansurrón y noble, el cuarto también mansurrón y noble, el quinto una babosa justa de fuerzas, y el sexto el único bravo y noble.
Esta descripción se puede encontrar en la descripción de cualquier corrida del encaste bodeguero o similar, así que de gesta con Victorinos nada. Ya vale con este cuento.
Los toros fueron horriblemente picados ante la indeferencia del público tanto del clavel, como de los buenos aficionados de los tendidos de sol y el cinismo del 7 donde están la mayoría de responsables del II Encuentro. A partir de mañana analizaremos la feria en este aspecto y otros importantes que se han puesto de manifiesto. Y vamos con los toreros, suelo dar una opinión general pero hoy excepcionalmente haré un análisis detallado
Ferrera nada con la capa y del quite de López Chávez mejor ni hablar, en banderillas volvió a los ridículos saltos circenses, pases por bajo de tramite sin poder ni dominio y el toro pierde dos veces las manos, torea vulgar y pueblerino y sin obligar al toro para evitar que se caiga. Media estocada en buen lugar.
López Chávez ignoto con la capa, con la muleta no le hizo falta retorcerse por la tontería del toro, pero se lo pasa muy lejos y con maneras de plaza de 3ª, solo le preocupa mantener al Victorino en pie.
El Cid recibe al toro con verónicas sin ganar terreno y con dos enganchadas y al hacer la media mal el toro le pisa.
Bien el Boni en banderillas.
Brinda al publico para mantener el romance y empieza en los medios con una tanda de derechazos acelerados donde el toro impone su ritmo, la 2ª igual y una injustificada ovación de gala en la tercera remata los pases hacia las afueras en cualquier sitio esto se llama "ventajas", por la izquierda en la primera tanda de naturales pierde pasos sin ningún mando, en la 2ª recurre al pico y el toro se le impone claramente a cualquier otro del escalafón las recriminaciones y el no dejarle torear hubiera sido inmediato vuelve a la derecha y varios trapazos y metisaca tropezándole el toro la pierna, media caída, aviso y descabello.
Ferrera con la capa ni estuvo, puso un magnifico par al quiebro en los medios, en los otros dos el dichoso salto. Derechazos acelerado que no dicen nada metiendo pico y despegado, sigue igual en la 2ª y 3ª tanda, por la izquierda igual pero además movido, vuelve a la derecha pero haciendo una copia del inicio, pinchazo hondo desprendido y dos descabellos.
López Chávez Verónicas frías, con la muleta no liga ni un pase por lo que no se puede hablar de tandas y además empieza a retorcerse esta tan nulo que no hay forma de describir lo pretende hacer porque hacer no hizo nada, pinchazo, pinchazo hondo y descabellos.
El Cid Pierde la capa en el tercer intento de verónica, se justifica con corta serie de verónicas pero aceptable sin más, las medias son más latigazos que pases, quite por delantales enganchados que inexplicablemente ovacionan. Le recibe por bajo con la muleta limitándose a dejar pasar al toro y sin imponerse, dos naturales uno con el pico y despidiendo en los dos al toro hacia afuera, 2ª tanda con enganchones, en la 3ª fuera de cacho naturales despegados y con piquillo, en la 4ª igual que la 3ª pero además con enganchones y en algunos momentos perdiendo pasos y terreno, por la derecha los tres primeros enganchados y el resto mas que acelerados, en la 2ª serie por la derecha fuera de cacho y con enganchones, en la 3ª acelerado marcándole el ritmo el toro, pinchazo, estocada trasera y tendida, oreja de caridad, bueno el publico traía de casa preparado el triunfo del Cid vino cargado de pañuelos si no los hubieran utilizado hubiera sido una frustración, a cualquier otro del escalafón y además con el fallo a espadas con palmitas y algún pito lo hubieran despedido.
Mosquete todo lo relatado y como lo vi yo las dos veces es un relato de porquería y de ahí. que hablara de coprofagía, pero no literal sino óptica, te vuelvo a pedir disculpas.
Una plaza con este favoritismo con unos, y desprecio hacia otros, arbitrariedad pura ya no puede ser considerada la 1ª del mundo y los principales responsables son los del 7 y con El Cid sin excepciones, el más honrado Rosco se reventaba las manos a aplaudir.
Yo sentí vergüenza ajena.
He hecho un análisis detallado con el que se puede estar de acuerdo o no, me gustaría que quien discrepe lo exprese con argumentos, no con frases vacías inspiradas en el recuerdo.
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1 comentario:
Matíz arriba , matíz abajo , estoy bastante de acuerdo con tu punto de vista.
Ferrera en el primero tuvo que hacer labores de enfermero porque el toro se caía. El toro era un descastado que no transmitía nada pero tampoco podemos decir que el torero mandase en el toro. En su segundo, mucho pico, sin mando y perdiéndole pasos, vulgar. El toro recibió algún aplauso, más como vencedor de la contienda que por su condición.
Chaves no supo qué hacer con su primero, poco mando, la pata escondida y el toro, como ya manifestó de salida y sin que el torero mejorara su condición, punteaba al final de la faena. El torero se puso pesadito al final. Su segundo, tras los malos tercios de varas y banderillas, empeoró también su condición y el torero, dubitativo como en su primero, no hace nada porque el toro mejore, peor aún, empeora porque estos toros aprenden más rápido que otros. Con la espada nada que destacar, recibió algún pito.
Respecto al Cid decir ante todo que el público vino predispuesto a verle salir a hombros y es cierto que no se le exigió lo que a otros. Esas protestas del 7 cuando alguien cita con el pico, está fuera, torea despegado o no se cruza, no se las aplicaron al Cid. En el sexto, un toro al que le dio 7 tandas, por fuerza tendría que haber de todo, algún pase bueno también. Le doy el mérito de saber entender al toro, de lucirlo y de trabajar cara a la galería. Aunque hubo algún enganchón es cierto que la faena fue templada en su conjunto pero sin mando. El espadazo final fue defectuoso, algo trasero y tendido, aplaudido por muchos. Alcalareño habilidosamente tiró del toro hacia tablas y allí concluyó la faena.
Completamente de acuerdo con que la vara de medir del público no es la misma para todos pero si Madrid ha otorgado el cetro al Cid no es por otra cosa que él torea lo que los demás figurines no quieren así que se apliquen el cuento.
JCR
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