Por su importancia lo transcribo sin añadir comentarios.
"Antolín Castro
España [ 10/11/2008 ]
AFICIONADOS DEL PERÚ EN LUCHA
Es la noticia del mes. Quizás del año o, mejor, de este siglo. Unos aficionados, inquietos, comprometidos y luchadores, hacen frente con inusitada entrega y determinación para hacer valer derechos que otros deberían de proteger y velar por ellos.
De entrada, y de inmediato, nuestro apoyo y nuestro aplauso a estos aficionados, quienes lejos de aceptar y conformarse con la situación impuesta, la pelean, la defienden amparándose en la ley. Precisamente, la que otros desprecian.
Tan es importante la iniciativa tomada por estos aficionados peruanos, que entiendo puede marcar un antes y un después. Una ofensiva contra la desidia de las autoridades que dicen estar al servicio de los aficionados, del público, y que sin embargo hacen todo lo contrario. De ahí que hayan tomado cartas en el asunto aficionados de a pie, representándose a sí mismos, ni siquiera como una asociación o club taurino.
Los cimientos del tinglado pueden tambalearse si, como parece, la fiscalía de Lima escucha a esta gente y hace cumplir la ley al juez de plaza o presidente que decimos aquí en España. El asunto merece toda nuestra atención y es de suponer que los aficionados de todo el mundo hayan tomado nota de la importante iniciativa hecha en Lima.
En síntesis, y para quienes no conozcan de qué se trata, digamos que una serie de aficionados han solicitado al juez de plaza, en base al reglamento allí vigente, que se analicen las astas de los toros a lidiarse en una corrida. Ello es posible, pues el citado reglamento permite que a costa de quien lo solicite se puedan hacer esos análisis. Varios han sido los solicitantes y cuando se han personado, tras realizar la petición oficialmente, y exigir su cumplimiento, no solo se ha rechazado hacer la prueba, sino que han sido expulsados de la plaza. Todo eso sucedió el pasado 2 de noviembre en la primera corrida de la feria de Lima. Instaron también a la Fiscalía para que lo tuviera en cuenta y han denunciado los hechos, por lo que ésta también ha tomado cartas en el asunto. Para la corrida del día 9 otros aficionados han hecho lo propio.
Ya ven, no es complicado el procedimiento, es simplemente posible. Claro que se han topado, de momento, con la negativa de quien no quiere cumplir, a lo que se ve, ni su primera obligación, ni el requerimiento hecho. Todo tiene sus antecedentes en lo que viene ocurriendo tiempo atrás y sobre todo en el pasado año, cuando unas imágenes dejaron al descubierto el bochornoso espectáculo de los animales lidiados. Las fotos que reproducimos debieron ser la gota que colmó el vaso de la paciencia de estos aficionados que ahora pretenden, y les asiste la ley, restablecer el orden perdido.
Ha habido que esperar a que pidan los aficionados los análisis
Claro que esto no es un mal de Perú, sino que es casi una constante en todos los lugares donde se celebran corridas de toros. Imaginamos a muchos aficionados interesados en conocer los detalles de la reglamentación vigente en sus ciudades para tomar iniciativas similares. Lo que no imaginamos, debemos exigir, es que las sospechas de pitones manipulados deben ser sometidos a los análisis post mortem pertinentes en todas partes para que no tengan que ser los aficionados los que se “arranquen”.
No ha habido autoridad que lo hiciera?
Y si eso no se cumple, no será de extrañar que la iniciativa sea imitada en donde sea posible. Los aficionados dicen ¡ya está bien! y a la vista de lo que sucede les asiste la razón. Basta ver la insignificancia de lo mostrado en las fotografías para poder imaginar cómo pueden sentirse los aficionados limeños. Exactamente igual que los del resto del mundo.
Si quienes tienen que cumplir con su deber, su obligación, miran descaradamente para otro lado, cuando se atropella hasta el sentido común, no va a quedar otro camino que el que sean los aficionados quienes hagan valer sus derechos. Si ya pagan sus entradas y son pisoteados los derechos, pues casi es mejor pagar los análisis en la seguridad de que eso les puede ofrecer más garantías. Parece una buena llamada de atención a quienes están obligados a respetar al público y sus derechos, además de a los toros a quienes han convertido en el “tonto útil” para mayor gloria de muchos toreros.
Si los aficionados se toman todas estas molestias, pagan con su dinero, ejercen sus derechos en suma, no es posible interpretar que es una manía persecutoria a todos los hombres “buenos” que se mueven en el taurinismo. Es más, podrían apoyarles y sumarse a tan digna causa los profesionales (autoridades, ganaderos, toreros y empresarios) que defienden, o dicen defender, la misma causa. Si persiguen el mismo fin, lo normal sería apoyar la iniciativa. Ya iremos viendo los apoyos que les van saliendo.
Por supuesto, cuento con el apoyo de la prensa en pleno ¿o no debo?. Veremos entonces que pasa este domingo nueve en el que estoy escribiendo. Estaremos muy pendientes.
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lunes, noviembre 10, 2008
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1 comentario:
A mí concretamente lo que me interesaría saber antes de tratar el tema es si este grupo de bravísimos aficionados del Perú pudiera tener algún contacto, o colaboración, con don Fernando Marcet, aquel estudioso limeño que presentó inesperadamente un trabajo excepcional sobre la suerte de varas en la mamarrachada española del II Encuentro y sus pepecarladas.
Porque lo que podría indignar es que ahora los del lobby you se solidarizaran con ellos y pretendieran subirse al carro, cuando cortaron de raíz el conato de unión de la afición de aquí y de allá porque en aquel enjuague molestaba cualquier individuo ajeno, y sabiendo, a todo lo que no fuera nuestro Manifiesto.
La condesa de Estraza
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