06/12/08 3ª NOVILLADA DE PREFERIA CALI CON PICADORES (GRATUITA)

EL NOVILLO BERDUGO DE FUENTELAPEÑA Y ANDERSON MURILLO JUSTIFICARON CON CRECES LA NOVILLADA.

Se lidiaron toros de tres ganaderías distintas, 2 de D. Ernesto González Caicedo procedencia San Mateo (Saltillo) de México, 2 de Puerta de Hierro (Santa Coloma) y 2 de Fuentelapeña (puro Parlade), los seis ejemplares muy bien presentados, tanto que hicieron dudar muy seriamente del buen funcionamiento o simplemente funcionamiento de la bascula de Cañaveralejo, todos evidenciaban mas peso que el anunciado.

Cada una en su tipo los cinco primeros resultaron mansos con un fondo de casta mala, que la falta de recursos de los lidiadores excepto Santiago Gómez y con reparos no fueron capaces de aplicar la técnica necesaria para estos novillos que no tuvieron nada de fáciles.

La excepción fue el lidiado en 6º lugar de nombre Berdugo nacido en Junio del 05y herrado con el nº 279 de Fuentelapeña, novillo de excelente trapio cuyo peso excedía en mucho a los 450 Kg. anunciados, un autentico señor con plaza sobrada, este novillo tuvo la suerte que le tocara en turno el gran picador Anderson Murillo que salio con la voluntad de obsequiarnos con un gran tercio de varas, se hizo colocar al novillo (los toreros aunque sean a caballo imponen sus conocimientos) en la distancia correcta para la primera vara, le encelo toreando a caballo y le puso una magnifica vara ofreciendo los pechos del caballo, tirando la vara en corto y en el momento justo antes del emboque colocándola en la base del morrillo, una vara perfecta de planteamiento y ejecución, el toro respondió exhibiendo una gran bravura y haciendo una magnifica pelea, para enfado de Anderson Murillo, nadie ni el matador ni ningún peón se acerco a hacer el quite a pesar de los gritos y gestos ostensibles del picador que pretendía tener la oportunidad de poder dar una o dos varas mas, el toro encelado y romaneando por momentos empujaba con todo y Anderson picaba con brazo firme sin un solo movimiento en su brazo, la bravura del toro y la inhibición del matador propiciaron que la vara fuese largisima, muy larga, emocionante porque el toro no dejaba de empujar y Anderson picaba a ley, pero provoco que el presidente cambiara el tercio, dejando a Anderson Murillo y al publica con las ganas de ver una o dos varas mas que confirmaran la extraordinaria bravura que apunto el toro en el encuentro.

Andreson Murillo fue despedido entre ovaciones, publico gratuito y sin muchos conocimientos en su mayoría vio y valoro que la suerte de picar no es solamente un tramite para quitar fuerza al toro o asesinarlo que es lo habitual, un gran toro y un gran picador.

Berdugo ya en los vuelos del capote que lo ponía suerte para banderillas demostró una extraordinaria clase en su embestida, noble pero con mucho picante, se le banderilleo cubriendo el tramite y paso a la jurisdicción de Santiago Gómez que nos había obsequiado con una buena tanda de verónicas de recibo y un buen quite por gaoneras, ya en su primer enemigo demostró que tenia fundamentos técnicos y ciertos recursos con el defecto de no cargar la suerte pero sin recurrir a ningún alivio mas, con Berdugo planteo la faena como correspondía a las características del toro, citándolo desde los medios de rodillas y dándole una interesante tanda de derechazos genuflexos, el toro confirmo su extraordinaria calidad y en pie siguió con la derecha en dos tandas y paso a la izquierda donde le endilgo una buena tanda de naturales, pero el picante del toro le obligaba a un gran esfuerzo y decidió llevarlo al tercio (refrendando sus conocimientos técnicos aunque en este caso para tomar una ligera ventaja), el toro en los terrenos que no quería siguió mostrando su extraordinaria condición, pero al ser enormemente bravo y no encontrase a gusto en el tercio pues si ya tenia picante este lo torno complicado complicando mucho la labor de Santiago Gómez que bajo muchísimo en su toreo, imponiéndosele el toro totalmente, lo finiquito de una gran estocada tardando el toro en caer por su bravura, oreja para Santiago Gómez, leve petición de indulto para el toro que a pesar de los criterios que se aplican en Colombia a mi criterio no merecía por haber sido picado solo una vez pero que demostró ser de los toros que se indultan aquí el que mas lo merecía, hubo fuerte petición de vuelta al ruedo que el desacertado (en todo) presidente se negó a conceder y fue arrastrado entre una gran ovación, Santiago Gómez tuvo el gesto torero de sacar a saludar al ganadero.

Santiago Gómez compartió terna con Camilo Pinilla que ante dos enemigos mansos pero con fondo de casta demostró un cierto oficio pero jamás pudo con ellos, y Oscar Torres que por lo que mostró hoy ante dos difíciles mansos es cierto, que no esta llamado para seguir los caminos del toreo llevando a termino dos faenas a merced del toro y haciendo todas las cosas al revés.

Santiago Gómez en el tercero un manso también de Fuentelapeña, con una casta que le convertía en bravucón con muchos pies y poder trago arreones y llego hasta a dominarlo por unos momentos después de un trasteo sobre las piernas llegando a sacarle una tanda de naturales, el animal al verse sometido y la partida perdida se rajo refugiándose en tablas, pinchazo sin soltar y media bajísima.

Se registro un casi lleno, Camilo Pinilla demostró que esta verde pero tiene cualidades, Oscar Torres dejo constancia de su incapacidad y nulo porvenir, y Santiago Gómez corrigiendo el defecto de no cargar la suerte y con un par de temporadas mas de novillero pude tener un buen porvenir.

El Presidente nefasto, casi inhibido a favor de las decisiones de los novilleros y cuando tomaba una decisión propia era equivocada, culminando el cúmulo de errores al negar la vuelta al ruedo a Berdugo.

En cuanto a la báscula para pesar así, más vale que cuando anuncien el peso de los toros pongan un cartel que rece, el peso que le da la gana al mayoral de la plaza, pues esto es más ni menos lo que anuncian en la tablilla.

En resumen un toro para el recuerdo, un tercio de varas que para lo que se ve en Colombia también fue para el recuerdo y el descubrimiento de un esperanzador Santiago Gómez