lunes, marzo 14, 2011

2ª. DE FALLAS (VALENCIA) 13/03/2.011

Y SIGUE EL SURTIDO DE PECADITOS DE PEQUEÑO TAMAÑO Y DESDENTADOS ESTA VEZ SIN OFERTA

Esta vez ese extraño animal producto de una simbiosis entre toros y pececitos de acuario perteneció al aurífero de Jandilla (Domecq naturalmente), toros muy mal presentados para una plaza de primera descastados y justitos para una de segunda, descastados, inválidos, tontos, sin saber para que servían las defensas que llevaban mas como adorno en la cabeza, algo realmente impresentable, destaco el cuarto que tenía menos debilidad y embestía, eso sí con una tontería que le hacía parecer más un perro de aguas que un toro de bravo, un animal que con la predisposición del público Valenciano a magnificar lo injustificable de tener alguien que mereciera llamarse símil de torero delante hubiera significado la puerta grande.

Pero este regalo de los dioses correspondió a Francisco Rivera Ordoñez, que ahora se hace llamar Paquirri, como los míticos apellidos paterno y materno no admiten mas suciedad pues ahora se dedica a ensuciar el apodo de su padre respetable e importante torero, en sus dos animales demostró que es un incapaz vestido de luces, y encima practicando la suerte del navajazo trapero para finiquitar la vida de los cruces pisci-bovinos, vamos si conociera la dignidad y con los medios de vida que tiene que no le hacen necesario mendigar eurillos de esta forma debería retirarse discretamente y no pisar un ruedo nunca más en su vida, a pesar de ello el festivo y bondadoso público valenciano le regalo el óbolo de una oreja en su segundo el animal predestinado a abrir la puerta grande.

Luego hizo aparición en el ruedo el Fandi y su troupe circense en ambos malos números de circo que no se asemejan nada al toreo, eso se distraen al público y a los niños, mas a estos últimos que ha personas adultas formadas, en los dos estuvo igual de histriónico y otra vez el caritativo publico encabezado por los niños le concedió una oreja, realmente penoso.

Y para cerrar la terna parapsicología, pues apareció en el ruedo un remedo del fantasma de Canterbury con menos gracia, llamado Alejando Talavante, que además de aburrir a propios y extraños demostró que su oficio es ya no matar animales a estoque, sino ni siquiera cortar el pan de cada día.

Este espectáculo lamentable fue anunciado y pagado como magnifica corrida de toros, a ver hasta dónde vamos a llegar

Hoy novillada a ver si mejora mínimamente la cosa, aunque a priori tampoco ilusiona.

2 comentarios:

Martinez dijo...

Expliquele esto a su amiga, que no tiene los conceptos muy claros y se entusiasma con la simbiosis entre toros y pececitos de acuario si por allí está un tal José Antonio.

Poeta dijo...

Costillares,
publicista de los Alijares
por unas rajas de chorizo,
entre panes...
cuidado Adolfo,
que con estos
vas al foso.

Javier S. Eskaralakakatúa,
de Torear,
tócame la de mear,
chaval.