ULTIMA CORRIDA DE LA TEMPORADA DE LA SANTAMARIA 22/02/2009

ULTIMA CORRIDA QUE PUEDE SER LA PRIMERA DE LA DEGENERACION DE LA FIESTA EN COLOMBIA

Se anunciaba un broche de oro de la temporada con un cartel de campanillas que provoco un lleno hasta la bandera, El Juli, Luís Bolívar y Cayetano se enfrentaban a un encierro de D. Juan Bernardo Caicedo triunfador de las ferias de Cali y Manizales.
La expectación y el lleno estaban justificados, lo injustificable fue la decepción, hay un refrán que dice corrida de expectación corrida de decepción, por lo que la decepción de acuerdo con la tradición popular hubiera sido comprensible, pero en este caso no lo fue.

En Colombia pueden jugarse toros con poco trapio y fuerzas justas, pero hasta esta corrida íntegros, la decepción vino por la sospechosa falta de integridad de los astados jugados, pues de los ocho jugados, los seis anunciados y dos sobreros que tuvieron que saltar al ruedo dada la total "invalidez" de los titulares.

Lamentablemente esta comentario estará plagado de los términos sospecha, supuesto, presunto y aparente, pues de los ocho ejemplares que saltaron al ruedo solo uno no era merecedor de estos calificativos por no dejar dudas de su integridad fue el segundo que lidio Luís Bolívar, eso si un manso de libro.

Los otros siete toreznos unos mas anovillados que otros fueron sospechosos de afeitado alguno llegaba a dar la impresión de haber sido preparado para rejones, y excepto el que cerro la tarde los otros seis aparentaban además del paso por la barbería una sospechosa descoordinación que obligo a suponer lo nunca visto en Colombia el uso de productos químicos, todos daban la sensación de estar alelados, mostraban unos mas los que fueron retirados y los que se lidiaron, una extraña descoordinación de movimientos que provocaba serias dificultades en sus movimientos, nada que ver que una invalidez física era un evidente problema psicomotriz.

En Europa sobre todo España, esto es pan de cada día, pero en Colombia era un fenómeno desconocido, lo que provoco además de la justa indignación del publico, las mas variadas especulaciones todas atribuibles al ganadero, que si una enfermedad genética, que si descastamiento, que si pícaro (termino que en Colombia significa ladrón, inmoral etc.) cuando a mi criterio D. Juan Bernardo Caicedo solo peco de desidia al no controlar la estancia de sus toros en los corrales de la plaza.

La corrida resulto con excepción de la gran faena de Luís Bolívar al único toro aparentemente integro que salto al ruedo, un fraude total y escandaloso.
Al punto que para este comentarista lo que realizaron El Juli y Cayetano no merece más que el más absoluto silencio en señal de desprecio, pues ellos o su entorno fueron los responsables del desaguisado.

Luís Bolívar en su segundo como dije un manso de libro demostró que esta ya a la altura de los mas grandes con una magistral y entregada faena, no en vano se ha enfrentado a las ganaderías mas integras y duras de Europa con triunfos continuados.

Planteo la faena en los únicos terrenos que admitía el toro a regañadientes los toriles y ahí lo sometió y ligo cosa que parecía imposible tandas de extraordinario merito y exposición además por si fuera poco templadas y estéticas una faena de autentico maestro de figura indiscutible, el publico indignado por todo lo ocurrido anteriormente y no imaginaban lo que todavía quedaba por ocurrir, en la primera parte del extraordinario trasteo estuvo mas preocupado por manifestar su enfado pero acabo rindiéndose a lo que estaba sucediendo en el ruedo y se entrego a Bolívar, lastima que emborrono la faena con estocada defectuosa, trasera desprendida y tendida que si acabo con el manso fue porque al dejarle solo se echo de pura mansedumbre ahí se esfumo la segunda oreja, sin embargo la petición de la primera fue unánime y algo tardía, el enfado con todo y todos era mayúsculo, pero al final la petición fue atronadora, el presidente victima también de la indignación generalizada se resistió a concederla pero lo hizo in extremis, oreja que por si sola vale un cortijo.

Grande Lucho que demostró que era una victima mas del presunto fraude que perpetraron las figuras que pronto estarán por debajo de el en el escalafón, porque en honradez ya lo están.

En esta corrida ha entrado la presunción de fraude puro y duro en Colombia y me temo que en un muy corto plazo de tiempo esta práctica se convertirá en hecho común si las autoridades no actúan de forma contundente.