lunes, febrero 14, 2011

5° CORRIDA DE LA TEMPORADA DE LA SANTAMARIA (BOGOTA) 13/02/2.011

TOROS-TOROS DE JUAN BERNARDO CAICEDO, TOROS DE VERDAD Y COMO TALES DE JUEGO MUY INTERESANTE Y VARIADO, EXCEPTO EL 6°, SE CORTARON 7 OREJAS.

D. Juan Bernardo Caicedo volvió a demostrar que el juego de los toros poco tiene que ver con su encaste y sí mucho con los criterios y selección del ganadero, pues son encaste Domecq puro y los tres jaboneros que saltaron al ruedo y un retinto o requemao como se dice en Colombia por el juego y comportamiento bien hubieran podido pasar por procedentes puros del encaste vazqueño, inexistente en Colombia lamentablemente.

Cada toro tuvo su comportamiento e historia diferente, solo tuvieron un denominador común la buena presentación, ni clones, ni esta aburrida regularidad que tanto abunda, salieron unos bravos, uno de tan noble tonto, encastados en las diversas formas en que se manifiesta la casta, la buena, lámala y la casi imposible como fue el sexto, pero todo toros de lidia con su verdad y comportamiento.

Este gran encierro estuvo destinado en contra de lo habitual a figuras de toreo, no ha desheredados que no pueden exigir, pues la terna estaba compuesta por Manuel Jesús El Cid (que sustituía a Sebastián Castella cogido el día anterior en Medellín, Luis Bolívar y Daniel Luque, tres toreros de la parte alta del escalafón si bien no del top ten si de los siguientes diez, los tres estaban atravesando por diversos motivos un serio bache que comprometía su carrera de no superarlo de forma bastante inmediata y con una corrida de verdad, nada fácil, exigente, los tres renacieron cual Ave fénix de sus cenizas.

Abrió plaza Daniel Luque que confirmaba alternativa le tocó en suerte un jabonero precioso y bravo, pero que en lugar de casta tenía una nobleza rayana en la tontería, Luque lo toreo bien, en momentos muy bien aprovechando las magníficas cualidades y facilidades del toro y culmino su faena de una gran estocada a ley, dos orejas merecidas corto a este ejemplar, una por la faena y otra por la gran estocada, Luque había superado los problemas que le ocasiono la fracasada encerrona de Las Ventas.

El segundo toro fue un ejemplar bravo, noble y encastado por lo que no era fácil estar frente de él, le correspondía al Cid que venía de un profundo bache, y ante este toro autentico un toro de bandera, El Cid realizo también un toreo de bandera, sin ninguna de las ventajas y truquitos que tanto le perdonan en Madrid, toreo con la verdad pura y la más estricta ortodoxia y sacó cosa no muy habitual en él la gracia del toreo sevillano de gran categoría, una faena casi para la historia, El Cid estaba radiante pero a la vez consciente de que el triunfo no se le podía escapar, y opto por asegurar propinando un bajonazo inaceptable como colofón a tan colosal faena, ahí se le fue la mano a la presidencia pues con semejante estocada no se podía conceder la segunda oreja que concedió, tal fue la intensidad de la faena que el toro fue arrastrado entre la indiferencia general el público pensaba en lo visto hacer por el Cid y fue una pena porque el toro era de clarísima vuelta al ruedo.

Y salto el tercero de la tarde un galán que correspondió a Luis Bolívar, todo un toro bravo y encastado pero muy justo de fuerzas, no perdió las manos una sola vez pero fue debido a la casta que atesoraba más que a la dureza de sus extremidades, Bolívar estuvo muy bien en el recibo a la verónica, pero a mi entender exprimió demasiado al toro dadas sus condiciones físicas en el tercio de varas, lo llevo al caballo por cacerinas perfectas que inicio con un farol invertido para colocarse el capote a la espalda, el público bullía, pero el toro perdía pases y más pases para la muleta, hizo también un magnifico quite, mas capotazos, bellos hermosos pero que restaban fuerza al buen toro, este llego a la muleta con toda la casta integra pero su escasez de fuerzas no permitían que se le ligaran más de tres pases seguidos, al cuarto antes de perder las manos se paraba, lo entendió Bolívar que a base de series cortas le instrumentó una magnifica faena rematada por una buena estocada, oreja a ley.

Y salto el cuarto 2° de El Cid un jabonero sucio precioso, empujo con un pitón, no demostró demasiada bravura en el caballo, pero si afloro una endiablada casta que pedía los papeles a quien se le pusiera delante, el Cid intento mostrárselos pero se quedó en el intento, por momentos parecía que había logrado domeñar la encastada embestida del toro, pero acto seguido el toro le volvía a desbordar, en este animal el Cid nunca se cruzó, atraso bastante la pierna, quizá cuando piso los terrenos que debía fue cuando pareció que se imponía pero el resultado fue que estuvo por debajo del toro, lo despacho de una estocada caída que provoco un gran derrame y la muerte de bravo del encastado toro, hubo petición mayoritaria de oreja que el palco no tuvo más remedio que conceder, oreja excesiva a todas luces.

Salió el quinto otro preciosos jabonero para Bolivar, un manso con casta mucha casta de la mala, un toro peligroso que vendía caras sus embestidas, broncas y siempre sabiendo donde estaba el torero, la faena de Bolívar a mi entender fue muy meritoria aunque pareció despegada, sometió y pudo al difícil toro la lastima es que emborrono lo hecho con una estocada baja traserísima, el público quizá para que también saliera a hombros pidió a mi criterio, hay diversas apreciaciones la oreja que el palco concedió, pero cuando Bolívar la paseo en la vuelto al ruedo el mismo público que la había pedido reacciono con una sonora bronca, cosas incomprensibles pero que pasan, unos abroncaron a la presidencia que para mí actuó acertadamente pues creo había petición mayoritaria, otros protestaban no se sabe bien porque, realmente con la infame estocada Bolívar había perdido la oreja y con ella la salida a hombros, pero un público caprichoso y voluble le abrió la puerta grande.

El sexto fue un toro que mostró bravura en el caballo, pero que en banderillas se acobardo, se atrinchero en tablas y allí cual cazador esperaba a ver a Luque a tiro seguro para soltar dos hachazos criminales, nada pudo hacer Luque más que prepararlo para la muerte, en la que no estuvo muy acertado.

La tarde fue desapacible con mucho frio y lluvia antes de empezar y en el sexto toro, pero nadie se movió de su localidad, es lo que ocurre cuando en el ruedo hay verdad, emoción y buen toreo.

Pase lo que pase el próximo domingo últimA de la temporada esta ha resultado una temporada memorable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caballero del Zodiaco, las corridas colombianas no interesan a nadie. Mejor guarda el rollo para otro embuste.

La Damicela Ploma