7ª DE FERIA DE JESUS DEL GRAN PODER, QUITO (ECUADOR)

HAY QUE DIVIRTERESE TANTO SI COMO SI, Y SI NO, PUES SE HACE VER

Y esto exactamente es lo que ha acaecido esta mañana en el coso de Iñaquitos, un coso lleno hasta la bandera, más que hasta la bandera pues pasillos y escaleras estaban repletos de un publico ávido de divertirse por obligación, había ido a un espectáculo, esta vez una corrida de toros, con la intención preconcebida de ver obligatoriamente una manifestación de calidad y distracción, pero los toros de Huagrahuasi y Triana no lo permitieron con el acuerdo de los diestros componentes del cartel, Guillermo Alban, El Fandi y Sebastián Castella.

Los toros bien presentados y limpísimos de pitones, hay que reconocerlo, fueron mansos, flojos rozando o entrando de lleno en la invalidez, ausentes de bravura y descastados, parecían muertos vivientes que andaban y sostenían en pie de milagro y tenían menos peligro que un oso panda recién nacido en cautividad.

Los diestros también aportaron su grano de arena, pues en lugar de pasaportar por la vía rápida a estos inofensivos borregos, se aprestaron a hacer una parodia de un arte llamado toreo que resulto triste, siniestra y una cruel burla al mismo.

Pero el publico tenía que divertirse por obligación no había otra opción así, que entre canticos, pues lo hacía ver, hasta que en el cuarto toro llego llegó lo irracional, lo increíble, lo que me hizo abandonar la plaza de inmediato, Alban estaba haciendo una faena ante un muerto vivo, larguísima, aburridísima y además mala de verdad, el público se esforzaba pero caía presa del aburrimiento, no había más y tuvo una idea genial, pedir el indulto del toro, y así decir que habían visto un espectáculo de gran calidad y que se habían divertido como cosacos, dicho y hecho, a pedir al indulto y el presidente presto a concederlo, un ataque mayor a al arte de la tauromaquia no lo había visto nunca, perdía todo su sentido, me sentí ofendido y dolido, y decidí abandonar de inmediato el coso de Iñaquitos, el público no tenia culpa es soberano, pero el presidente cometió un delito de alta traición a la tauromaquia, con la complicidad del ganadero y la terna actuante.

Cuando salía a la calle después de recorrer 3/4 de plaza por fuera todavía se oían los oles y celebraciones de la burla que se continuaba perpetrando ante el pobre animal indultado.

Ayer disfrute mañana y tarde, y otros días de la feria han habido cosas interesantes, este hecho no me va a echar de la plaza, mañana volveré, como es novillada espero que este cubierta escasamente 1/2 plaza por aficionados y poder disfrutar en su plenitud de la fiesta de los toros, o aburrirme según la condición de los mismos y lo mismo espero el próximo lunes.

Que bochorno he pasado como aficionado.