sábado, diciembre 04, 2010

6ª DE FERIA DE JESUS DEL GRAN PODER, QUITO (ECUADOR)

Corrida nocturna, goyesca, estaban anunciados en el cartel 3 toros de Huagrahuasi (J.P. Domecq) y Mirafuente (Domecq vía el Torreón), en realidad saltaron al ruedo tres toros de Mirafuente y tres de Triana según rezaba la tablilla, siendo devuelto el primero por manso, en Colombia y Ecuador es reglamentario, al que sustituyo un ejemplar de Vistahermosa (Domecq) todos bien presentados, alguno hasta excelentemente presentados, el primero devuelto totalmente acochinado, mansos, descastados, excepto el sexto que perdió parte de la pezuña y a pesar de quedar lisiado el presidente le mantuvo en el ruedo.

Fue una corrida extraña, en la que ocurrieron muchas cosas, unas buenas, otras no tanto y otras desastrosas, en general no me aburrí y el publico disfruto de lo lindo.

La primera cosa extraña fue que cuando las figuras, las que cobran dinero de verdad no pudieron llenar más de media plaza, ayer noche un cartel compuesto por M. Abellán, El Fandi y Martin Campuzano lleno la plaza hasta la bandera, me atrevería a decir que hasta con overbooking, pues las escaleras estaban colapsadas por el publico sentado en ellas, pues no habían mas localidades para sentarse.

Miguel Abellán en el sobrero realizo la faena más importante que le he visto en toda su carrera, ante un manso de libro y con peligro Abellán estuvo muy serio, técnico, sobrado de oficio y artista, no obligo en ningún momento al manso hasta que consiguió que se le entregara y se convirtiera en una maquina de embestir, solo cometió un error Abellán, al citar por la izquierda en la tercera tanda de naturales, lo hizo dejando a sus espaldas toriles, el toro recordó su condición de manso y pego un arrean que se llevo por delante de forma muy fea a Abellán que milagrosamente salió muy golpeado pero ileso, remato con tres rodillazos en los medios y propino un grandiosa estocada, petición justa y merecida de las 2 orejas pero un extrañamente cicatero presidente negó injustificadamente la 2ª (una por la gran faena y otra por la magnífica estocada), no estuvo peor en el cuarto un manso integral que huía hasta de sombra y tiraba hachazos a lo que se acercaba, Abellán lo macheteo con enjundia, y cuando paro al manso, monto el estoque y propino otro inmenso volapié, precedido de un pinchazo y ovación y saludos, pero bien hubiera podido cortar una oreja hizo lo único que ameritaba el manso culminando con una gran estocada y todo con seriedad y ortodoxia, otra agradable sorpresa.

El Fandi no sorprendió estuvo como siempre espectacular sin contenido, montando un numero entre el circo y el deporte, pero hay que reconocerle que saliendo de una cornada hace escasamente 5 días no escatimo esfuerzos, su destoreo ni me gusta ni me interesa, pero debo reconocer que es honrado con el publico a carta cabal, a su primero de mato de estocada y dos descabellos, pero la sorpresa y el acabose vino en el quinto otro manso de escándalo al que El Fandi banderilleo como siempre a cabeza pasada y con el saltito que tanto gusta al público, se lo puso en el bolsillo con la pañosa dejo que el manso hiciera su voluntad, pero como corrió y salto, el público estaba encantado y con el pañuelo en la mano para exigir las dos orejas, pero el Fandi falló a espadas 2 pinchazos y dos descabellos, y claro el publico tuvo que guardar los pañuelos frustrado y ahí vino la desagradable sorpresa, pues descargo su frustración en un hombre que estaba en las últimas filas de la plaza y que al parecer chillo cuando el Fandi se perfilaba a matar, se le echaron encima habiendo hasta un conato de alteración de orden público que la policía tuvo que resolver deteniendo al pobre hombre, hay que destacar que poco antes el publico que prácticamente lo ataco, mientras el quiteño Martin Campuzano sudaba sangre y se jugaba la vida ante otro manso, se distraía haciendo la ola, y estos mismos luego armaron la que armaron contra un hombre que en todo caso estuvo tan irrespetuoso como ellos por el simple motivo de ver cumplido por culpa del mismo matador sus deseos.

Hay que señalar que el Fandi estuvo correctísimo y no tuvo nada que ver en el incidente, más bien al contrario, ni se dio por el enterado del grito, e intento con su actitud calmar los ánimos.

Como se ha dicho Martin Campuzano en el tercero de la tarde paso las de Caín ante un manso que le vino grande por todas partes, estuvo valiente y voluntarioso y poco mas, en el que cerraba plaza el único que parecía bravo, tropezó, perdió parte de una pezuña y se caía a cada paso, el Sr. Presidente lo mantuvo en el ruedo, y como a mí no me gusta ver abusar de lisiados pues opte por retirarme de la plaza, pues si protestaba igual me pasaba lo mismo que al pobre señor que se le ocurrió chillar al Fandi.

¿Habremos descubierto que Miguel Abellán escondía en el fondo de su ser un gran torero? creo que sí.

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