6° DE FALLAS 16/03/10

UN TORO MALO PERO TORO Y ENRIQUE PONCE CON ÉL, SALVARON UNA TARDE QUE IBA CAMINO DE PANTOMIMA

En corrida de celebracion de 20 años de alternativa de Enrique Ponce se lidiaron 5 animalitos inofensivos y un toro manso, feo, destartalado, pero con un fondo de casta que tradujo en genio de Zalduendo (Jandilla-Domecq), todos acusando la utilizacion de fundas agravada por ser sospechosos de pitones, para ser lidiados en mano a mano por Enrique Ponce y El Juli.

Lidia que no se pudo llevar a cabo por su escasa presencia, faltos de defensas menos el lidiado en 5° lugar que las tenia muy desarrolladas pero destartaladas como toda su constitucion. 1°, 2°, 3°, 4°, y 6° fueron totalmente inofensivos pues no solo no tenian trapio de toros ni defensas de los mismos sino que ademas estaban totalmente ayunos de fuerzas y casta, de toros solo tenian una ligera apariencia que se traducia en seguir con una bondad perruna la muleta sin ver, ni interesarse por otra cosa, hasta el punto que un banderillero tropezo en la cara del toro a la salida del par y el animalito en lugar de hacer por el salio de najas, el 4° llego a sangrar abundantemente por el piton solo por el encuentro con el peto del caballo, algo realmente lamentable que solo salvo el marrajo lidiado en 5° lugar y gracias a la voluntad, valentia y excelsa tecnica de Enrique Ponce.

Excepto de este toro no hay nada que comentar salvo que un festivo publico y un todavia mas festivo presidente concedieron 4 orejas, de tombola, a El Juli que abuso de la invalidez e inofensividad de los animales que pasaron por toros y una oreja igual de festiva que se le obsequio a Enrique Ponce en el que hizo tercero, de estos toros y lo que hicieron los lidiadores que mas que de lidiadores actuaron de amaestradores de animales domesticos poco mas hay que decir.

Pero el toreo en toda expresion se vio en el 5°, un marrajo manso que parecia intoreable, con sentido, sin fijeza y que llevaba la cabeza como un ventilador, Ponce en su corrida se revelo a salir solo con una oreja y decidio hacer algo que yo le he visto hacer solamente 4 veces en 20 años, olvidarse del ilusionismo los trucos de alta escuela y las ventajas, y jugarse la vida toreando a ley y poniendo de manifiesto su depurada tecnica, claro que las condiciones del toro no permitieron que desplegara la capacidad estetica de elegancia que posee, pero si que facilito que diera una leccion de lidia y de toreo de verdad.

Inmenso estuvo Ponce, primero parando los descompuestos arreones del toro y su peligroso cabeceo, despues fijandole la cabeza para realizar una gran faena tanto por la derecha como por la izquierda repleta de tecnica y ortodoxia en la que no faltaron los adornos toreros a ley, muy distintos de los que suele practicar destinados a la galeria, primero sometio al toro por el piton izquierdo el menos peligroso siendo de un peligro letal y despues hizo lo que parecia imposible, arrancarle y ligarle tandas por un imposible piton derecho que en su punta llevaba la hoz de la muerte, gran faena que le hubiera valido dos orejas, o quiza no, porque el publico festivo estas faenas no las entiende y me da la impresion que la presidencia tampoco, pero que solo con una le hubiera significado salir con muchos mas meritos de los que reunio el Juli para salir por la puerta grande, pero fallo a espadas, pasar el piton derecho casi era un acto de suicidio Ponce lo intento pero al fallar en las dos primeras entradas perdio algo los papeles y dio un mitin con un metisaca bajisimo, 1/4 de espada bajo, 1 aviso y 7 descabellos, todo y asi tuvo que saludar desde los medios.

Un toro malo, manso, peligroso pero con un fondo de casta que tradujo en genio y embestidas descompuestas y el pundonor, valor y tecnica prodigiosa de Enrique Ponce cambiaron el destino de una tarde que iba camino de ser un insulto a la tauromaquia, por culpa de las exigencias tanto de Ponce como del Juli como del afan comercial del ganadero de Zalduendo.

Ponce eligio los toros junto con el Juli, uno salio inesperadamente complicado y Ponce por lo menos tuvo la gallardia de enfrentarlo y torearle de forma magistral demostrando que aunque con cuenta gotas cuando hace falta sabe sacar al gran torero que lleva dentro.