domingo, octubre 10, 2010

EL BAUL DE LA CONDESA

Tres festejos, tres escándalos

Comenzó la feria del Pilar 2010, feria decisiva pues es Zaragoza, capital Barcelona en lo que nos ocupa, la inmediata plaza aunque nada más sea por proximidad y plaza también de primera, a la que los que los antitaurinos según todos los indicios le tienen puestos los puntos porque los antitaurinos otra cosa tendrán pero no son tontos y saben que Zaragoza está hundida y, a falta del cachetazo final que le aplicarán ellos muy estratégicamente para apuntarse el tanto del siglo, va a ser la próxima plaza de importancia que lleguemos a ver cerrada si no se pone remedio desde ya mismo.
Comenzó la feria del Pilar, decía, y de tres festejos, tres, que llevamos, tres escándalos monumentales consumados.
Abrió el ciclo una novillada ilegal, pues en ella se corrieron ejemplares destinados a los festejos populares, ¡lo nunca visto!, dando muestra los autores de la fechoría de la nula capacidad organizativa para regir los destinos de un coso histórico, a la deriva, sin que sepa el aficionado realmente quienes son los autores de la fechoría y a quien se debe acusar de semejante atraco.
¿Quién es la empresa de Zaragoza? Ese es el dilema primero y principal que se debe aclarar sin pérdida de tiempo. ¿Chopera? ¿Zorita/Polo? ¿O es sorprendentemente Matillita como desde la web de la Cabaña Brava nos hicieron creer seguramente para desviar responsabilides y que la opinión pública señalara y que cargara con el mochuelo un taurino que, aparentemente, nada tiene que ver con semejante disparate?
Dos corridas siguieron al escándalo de la novillada, de Juanma Criado y de Montalvo, dos hierros a la baja lo más seguro que comprados a precio de carne pues nadie conoce méritos recientes ni dónde han lidiado estos dos criadores en el olvido, pero sin embargo presentes en la baratija de feria que, el que sea, ha tenido la poca verguenza de anunciar en aquella plaza de referencia que fue la guinda torerísima que ponía el punto final a la temporada.
Carne putrefacta la vista deambular por el ruedo misericordioso que pasará al consumo, y que en cuanto se pispen los animalistas de tal fenómeno con el consiguiente y peligrosísimo riesgo para la salud del intoxicado ciudadano pues los animales parecerían drogados sabrá Dios con que sustancia, ya tendrá otro argumento decisivo para acabar de una vez con lo que ha sido la pasión y una escuela de vida para muchos de nosotros, próximamente y lo más seguro que nada más que un recuerdo en la memoria de un país que tuvo las agallas de conservarlo y mantenerlo vivo hasta hace cuatro días.
Resumiendo: la novillada fue un maltrato al hombre, a los muchachos que se pusieron delante, y las dos corridas a las que nos referimos un maltrato a los animales en toda regla, durísmo de ver por la gente sensible, entre la que me encuentro. Tiempo de maltratadores campan, que prohiban esta carnicería cuanto antes por el bien de todos y en memoria de t aquellos hombres valientes, de los que algunos dieron la vida, que la llenaron de grandeza y fue ejemplo de los valores más altos del ser humano casi alcanzado la divinidad retando cara a cara a la fiera sin trampa ni cartón.

La condesa de Estraza

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