viernes, diciembre 10, 2010

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FERIA DE JESUS DEL GRAN PODER QUITO (ECUADOR)

Sorprendera que despues de abandonar la plaza en dos corridas una de ellas elevada al altar de las historicas y otra que paso desapercibida afirme que el año que viene volveré, esto tiene una explicación quizá algo larga pero que intentare resumir ordenando las motivaciones por puntos.

1° Este año en Quito he visto cuatro grandes faenas, tres faenas autenticas de verdad de verdadero disfrute del aficionado como han sido las realizadas por Miguel Abella, Diego Silveti y Juan del Alamo y una cuarta realizada por Enrique Ponce que si no tuvo verdad si tuvo la excelencia de la elegancia y de una exquisita tecnica puesta al servicio de trucos de alta magia, cosa por un lado criticable, pero por otro de agradecer dada la zafiedad que impera por estos ruedos del mundo.

2°Aunque con tres lineas ganaderas se llevan a cabo nueve festejos, y por lineas ganaderas me refiero a diversas ganaderias provenientes del mismo encaste y propiedad de tres familias la familia Cobo, la familia Salazar y la familia propietaria de la ganaderia de Trinidad, y a pesar de que se hace bueno el axioma de que el toro se parece al ganadero por encima de su encaste, pues en comparación con europa y España concretamente sale un toro de juego mas variado y por lo tanto interesante, de no ser asi, no hubieramos podido gozar de la faena de Abellan ni de las novilleros Silveti y del Alamo.

3° Tambien por este motivo en ciertas corridas corridas sale un ganado de un juego monotono de una bobaliconeria exasperante, de una invalidez que llama a la intervencion de paramedicos, pero no esto no deja de ser la tonica normal que se ve tarde tras tarde en España.

4° ¿Porque en las ferias de la Comunidad, San Isidro, Aniversario y otoño mas de 40 corridas en Madrid se han visto siquiera cuatro faenas de interes? decididamente no y si se han visto en Iñaquitos y solo con nueve festejos celebrados, la comparacion da ganas de llorar.

5° El publico que acude a Iñaquitos solo tiene un objetivo divertirse a toda costa, como sea, que el toro es invalido no importa, que el torero corre, salta, da volteretas, como el Fandi, tampoco importa al contrario se celebra, que huye pues es igual se pide musica y se ovaciona, lo unico que no se aguanta es la desgana o inhibicion tipo Morante.

6° La plaza de Iñaquitos no destaca por ser comoda más bien lo contrario y si ha esto añadimos el sol de justicia, con el programa de mano entregan un tubo de protector solar pues sin el es facilisimo acabar en el hospital, y el dia que no hace sol el frio es inmisericorde pues Quito esta situado a 3.300.- de altura sobre el nivel del mar, con el sol te asas, sin el sol te mueres de frio, y si la plaza esta llena a esto se ha añadir la incomodidad dada la estrechez de las localidades.

7° Pero si esto no bastara cuando hay demanda de entradas la empresa no duda en producir over booking, con lo que la incomodidad se eleva a la enesima potencia, las escaleras de acceso taponadas, los pasillos taponados, en cada fila tres o cuatro personas de mas, pero nadie se queja, hay que divertirse y todo se aguanta con agrado, si esto no fuera suficiente la bellas quiteñas tienen la costumbre de acudir a los toros con paraguas, no por la lluvia sino por el sol, y los abren encima de graciosos sombreros o pamelas enormes en algunos casos, lo cual tapa al sufrido espectador que esta detras tres cuartas del ruedo. Entre que no se cabe y hay que estar de perfil o en posturas parecidas a las del yoga y para ver lo que acontece en el ruedo hay que retorcer el cuello como si fueras el inspector gadgget, con lo cual te duele todo el cuerpo en el segundo toro, y si a esto unimos que el aficionado no va a divertirse a toda costa, sino a ver si goza de una corrida de toros, si esta no se produce, entre la incomodidad que se acerca mas a la tortura, la peticion de indultos sin pies ni cabeza y el otorgamiento de trofeos a autenticas bufonadas pues no te queda mas alternativa que marcharte al hotel en busca de recomponer tu maltrecho cuerpo y estado psiquico.

Pero a pesar de todo lo anterior vale la pena volver porque ver cuatro faenas en nueve festejos no es cosa que se vea todos los dias en este degradado mundo del toro.

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